Festival QurtubaJazz 2017

Un profeta metafísico en el Teatro Góngora

El saxofonista Steve Coleman, acompañado de su banda, Five Elements, actuará el jueves en directo, a partir de las 20.30 horas por un precio de 18 euros la entrada

El Teatro Góngora acogerá el jueves, a partir de las 20.30 horas, la actuación del saxofonista americano Steve Coleman y su banda, Five Elements, dentro del festival QurtubaJazz 2017. El grupo lo forman Steve Coleman, saxo alto; Jonathan Finlayson, trompeta; Anthony Tidd, bajo eléctrico, y Sean Rickman, batería. La entrada tiene un precio único de 18 euros, si bien hay un abono, al precio de 35 euros, para los tres conciertos principales del festival.

Steve Coleman, saxofonista, compositor espontáneo y director de bandas estadounidenses de gran influencia en el Jazz contemporáneo, como sideman ha formado parte de los grupos de músicos tan importantes como Dave Holland y Doug Hammond, entre otros. Con su primera formación como solista, 'Steve Coleman and Five Elements', fundó el movimiento M-Base (acrónimo en inglés de 'macro-basic array of estructurad extemporization' o 'arreglo macro-básico de exteriorización estructurada').

El M-Base se basa en la superposición de estructuras rítmicas de distinta métrica (medida rítmica) sobre las que cada instrumentista improvisa, e incorpora elementos de música folclórica africana y del Funk. Coleman es responsable de numerosas teorías innovadoras sobre la integración de los ritmos del Funk, el Soul, la World Music y el Jazz.

De Chicago para el mundo

Nacido en Chicago, Illinois, 1956, Coleman se mudó a Nueva York en 1978. Aunque ha dirigido varios grupos durante su carrera, su grupo principal 'Steve Coleman and Five Elements' se inició en 1981 y sigue activo en la actualidad.

Coleman ha dirigido varios grupos, y tiene multitud de grabaciones. Con influencias inicialmente de los saxofonistas Charlie Parker, Sonny Rollins John Coltrane, la leyenda de Chicago Von Freeman y Bunky Green, Coleman se ha presentado y ha grabado con Thad Jones, Sam Rivers, el baterista Doug Hammond, Cecil Taylor, Abbey Lincoln y Dave Holland. Coleman ha incorporado muchos elementos de la música folclórica de la Diáspora Africana fusionada con ideas musicales influenciadas por antiguos conceptos metafísicos. Él afirma que su propósito principal es el uso de la música como lenguaje de símbolos sonoros utilizados para expresar la naturaleza de la existencia humana.

Steve Coleman en directo

La obra de Coleman hacia 1990, como en Black Science, es inusual debido a su ritmo indefinido. Él logra esto haciendo que cada instrumentista tocara a un ritmo diferente, generalmente asimétrico por sí mismo como 7/4 o 11/4. La música que resulta tiene en sí misma un sabor Funk, pero con cierta libertad de lo melódico, armónico y rítmicamente predecible del Funk. Esta apariencia distorsionada con la música popular atrajo nuevas audiencias que él no se propuso buscar, como lo describió en una entrevista, en la revista DownBeat.

Un hecho destacado de este período es que la grabación de 'The Tao of Mad Phat' (Fringe Zones), hecha con audiencia en un estudio; se aproxima más al Funk convencional utilizando ritmos regulares, mientras aún mantiene el uso imaginativo de la melodía y la armonía de Coleman.

Composición espontánea

Coleman no está de acuerdo con usar categorías para describir la música, en particular no usa el término Jazz. En preferencia a una aproximación más orgánica a la música, utiliza el término 'composición espontánea'. Según Coleman, esto se extiende a épocas antiguas, una tradición de músicos que habían intentado expresar a través de la música las visiones y realidades variadas que percibían, y para él, ésta es la fuerza motivadora detrás de muchas de las denominadas innovaciones en la música (y en realidad también en otros campos).

El saxofonista siente que los campos y herramientas variadas del cuestionamiento que la gente ha usado (la física y la metafísica, el número, el lenguaje, la música, la danza o la astronomía) están todas relacionadas y presentan un cuerpo de trabajo holístico (que considera algo como un todo). Las diversas formas que asume su música no están sólo inspiradas intuitivamente, sino que están determinadas intuitiva y lógicamente por la percepción humana de la 'Gran Obra' (es decir, 'la creación de toda la naturaleza por la Mente Universal'). Aunque esto parezca un objetivo elevado, ha ocupado las mentes de los seres humanos durante milenios.

Steve Coleman en acción

Uno de los métodos primarios que emplea Coleman para crear su música está vinculado a dos conceptos: la Geometría Sagrada (el uso de las formas para expresar simbólicamente los principios naturales), y la Energía (el potencial de cambio y el cambio en sí mismo en fenómenos físicos, metafísicos y psíquicos, incluyendo la vida o el crecimiento). Coleman emplea diversas clases de estructuras musicales para simbolizar la Geometría Sagrada y usa tipos específicos de movimiento musical para referirse a los variados estados de la Energía. En todo caso, el concepto de cambio parece ser central en su teoría.

Él ha afirmado que el elemento importante es el cambio entre las diversas estructuras musicales, no las estructuras mismas. En esto su teoría diverge de muchas otras teorías musicales que se enseñan actualmente en los institutos de enseñanza superior. Coleman cree que es mediante la composición espontánea de las formas como esas ideas pueden expresarse más adecuadamente, sin importar las apariencias estilísticas externas.

Por el movimiento

Una importante frase suya es “el movimiento es lo que importa”. Aunque parezcan extrañas, estas ideas no son nuevas en la música. Ha habido músicos de prácticamente todas las culturas que han trabajado en estas áreas, como está documentado en los primeros escritos sobre música. Músicos tan dispares como Johann Sebastian Bach, Béla Bartók y John Coltrane han expuesto ideas similares.

El alcance de la influencia de Coleman no se limita a sus colaboradores. Ha presentado aclamados talleres semanales en 'The Jazz Gallery in New York City' casi todas las temporadas desde el 2004 al 2013.

Steve Coleman tiene numerosos reconocimientos tales como el Premio Herb Alpert (2000), el Doris Duke Impact y Artist Awards (2014 y 2015), MacArthur Fellowship (2014), Guggenheim Fellowship (2014) y New Music USA Award (2015).