MÚSICA

Soleá y Kiki Morente presentan 'Dos corazones a un tiempo' en el Góngora

 Los dos hijos de Enrique Morente se muestran como herederos del patrimonio flamenco

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Soleá y Kiki (José Enrique), los dos hijos menores del mítico Enrique Morente, presentan mañana jueves en el Teatro Góngora Dos corazones a un tiempo, una propuesta flamenca en la que se muestran dignos herederos del rico patrimonio de su desaparecido padre, tradicional y vanguardista al mismo tiempo. Con una carrera personal que cuenta ya con hitos importantes, los dos hermanos traen a Córdoba un espectáculo estrenado hace pocas semanas en la reconocida Cumbre Flamenca de Murcia, que ha celebrado su vigésimo cuarta edición.

En Dos corazones a un tiempo, Kiki inicia un recorrido por los cantes antiguos del flamenco, acompañado por la guitarra de David Carmona, un viaje al que se irán incorporando otros músicos, como el bailaor y percusionista Pedro Gabarre, y el pianista Jj Machuca. Soleá, por su parte, ofrece un repertorio basado en su primer disco, Tendrá que haber un camino, un trabajo en el que partiendo de la raíz del flamenco y la canción clásica se decide a explorar nuevas texturas y sonidos, como puede ser el rock o la electrónica. En la recta final del espectáculo, los hermanos Morente se unirán para interpretar varios temas de manera conjunta en lo que pretende ser un homenaje al genial progenitor.

Soleá -no puede haber nombre más jondo- se declara “flamenca”, aunque no cantaora, y, en esa línea, su disco otea diversos estilos musicales, siguiendo una búsqueda arriesgada que abraza influencias de todo tipo. José Enrique, o Kiki, se atiene más a los límites del flamenco, aunque con la libertad que aprendió del magisterio de su padre. Sobre el escenario, ambos desnudarán voz y alma, porque “sin corazón, no hay verdad”, advierte Soleá (1985). Ella es de los tres hermanos Morente -trío que completa la primogénita, Estrella- quien con más énfasis se ha lanzado a rebuscar y conocer cosas nuevas”, dice. “En mi música están mis raíces flamencas; el cante, el toque y el baile forman parte de mi filosofía, pero también las influencias que me van llegando del indie, del pop, del folk y de la música electrónica”, explica la artista.

José Enrique (1994), por su parte, señala que frente a la música de su hermana, "yo trato de expresar mi parte más ortodoxa. Es lo que me ha enseñado mi padre desde chiquito y me gusta respetar esos cimientos”, destaca. Inmerso en la preparación de su primer disco, que saldrá en abril bajo el sello Universal, el menor de los Morente afirma que su sueño es “poder cantar y disfrutar de la música siempre; buscar mi sitio y poder comer de esta profesión. Los primeros pasos son muy difíciles, pero intento superarme cada día y, de momento, estamos consiguiendo metas”. Para él, Soleá es un ejemplo de fuerza de voluntad y de valentía, una artista en la que valora “su serenidad y su inquietud por conocer nuevos horizontes” y de la que aprende cada día ·”la disciplina y la cultura que ha habido siempre en la casa de mi padre”. Soleá cuenta que le gusta mucho escuchar los cantes de su hermano: “me encanta oírle por soleá, por seguirillas, por fandangos... Para nosotros la música es nuestra tabla de salvación y la mejor manera que tenemos de entender la vida”, concluye.