Son muy malos tiempos para cualquier tipo de negocio por motivos obvios. Pero ahora mismo quienes lo están pasando mal son las tiendas cofrades de la capital, que se han tenido que reinventar y subsisten a base de venta de incienso en estos días. Es una exageración, evidentemente, pero sí que es verdad que tras dos años sin que las imágenes hayan saldo a la calle su principal fuente de sustento se ha ido al garete.
Hablamos de las zapatillas de los costaleros, las sudaderos y camisetas, los capirotes y costales. "Suelen ser uno de los mayores reclamos de la tienda y con los que solemos subsistir durante todo el año", señala Alejandro Velardo, miembro de la familia que regenta Todo Cofrade, en la calle María Cristina.
Ahora, desde octubre pasado, está en esa ubicación, pero a los amantes de la Semana Santa les sonará de haberla visto antes en la Plaza Cristo de Gracia, donde trabajaban desde 2017. "Cambiamos de sitio porque, a raíz de la pandemia, necesitábamos un poco de tránsito por la calle y cada vez los barrios están más vacíos y la gente se desplaza cada vez más al centro de la ciudad. Por eso decidimos venir, y hemos notado bastante el cambio", señala el joven tender. "Además, por eso también decidimos reinventarnos aprovechando que este año, al contrario que el pasado, no nos pilla de nuevas y algo de Semana Santa hay en la calle".
Eso quiere decir que Todo Cofrade, al igual que han hecho otras tiendas similares de la capital, como La Tienda del Cofrade, en San Lorenzo, o La Clámide Púrpura, en San Pablo, lejos de amilanarse le han dado vueltas a las neuronas hasta buscar elementos que a los miembros de la hermandad les pueda gustar guardar a lo largo de todo el año y eso se traduce en la personalización de productos para el hogar.
Tazas, azulejos, puzzles, llaveros, mochilas y cojines... En el caso de Todo Cofrade lo pueden confeccionar directamente en la tienda porque cuentan al fondo del local con un taller propio, con lo que cualquier idea que le pueda surgir al cofrade la puede tener de forma exclusiva. ""Nos encargan bastante cosas de productos de personalización, porque al ser nosotros quienes lo hacemos podemos ofrecer un servicio bastante bueno y a un precio económico", explica Alejandro.
Los fieles, al fin y al cabo, lo están viviendo en su casa, porque no hay otra forma, aparte de la de acudir a las veneraciones de imágenes en los templos. Ademas de eso, los comercios se han volcando y han adornando los escaparates para que, al menos por la calle se pueda tener algo de ambiente y olor de Semana Santa. "Córdoba es una ciudad que vive mucho la Semana Santa y entre todos estamos intentando que no se pierda todo el ambiente". De hecho, son numerosas las personas que se pasan por la tienda para adquirir incienso, incensarios y carbón, y "con eso también vamos tirando".
La personalización de objetos cofrades ya viene de antes de la pandemia, lo que ocurre es que estas tiendas también se han modernizado adaptándose a la nueva situación con la venta on-line. Algo que les ha aportado una doble ventaja. "Presencialmente mucha gente viene con prisas y a tiro hecho y no se paran a contemplar, pero en web pueden darse un buen paseo por todo lo que tenemos y suelen encontrar lo que les gusta para añadirlo al carrito de la compra, que también lo hemos añadido", señala.
Entre las novedades están los nuevos incensiarios. Junto a los típicos nazarenos con el color de cada cofradía, ahora se han añadido las imagines de futbolistas (no faltan los del club blanquiverde de la capital) y los nuevos héroes: Sanitarios y las fuerzas de seguridad y del orden en las calles.
En la Tienda del Cofrade, por ejemplo, se ha sacado provecho a la prensa de moda desde hace más de un año: Las mascarillas, con el escudo y el color de las hermandades de Córdoba por 6 euros y con garantía de certificación europea con 60 lavados, que se dice pronto. También venden balconeras, llaveros para el coche, pulseras y piedras personalizadas con soporte en la que se puede reflejar cualquier imagen que uno quiera o los souvenirs para los cofrades en forma de medallas.
No faltan los pins y llaveros de La Clámide Púrpura, donde también han sacado provecho de la pandemia para ofrecer llaveros con la imagen y símbolos de las diferentes hermandades con un pequeño frasco para llevar dentro hidrogel, además de cajas personalizadas de madera para guardar el incienso, almas de solapa y para balcones, incensiarios de bronce para casa o colgaduras con las imágenes de los titulares de las cofradías para poder colgarlo en el balcón o en su defecto en la ventana.
De cara a los nuevos tiempos que están por venir se podrá dar salida a todo ese material encargado y ya pagado para cuando vuelvan las imágenes a las calles y que llevan esperando desde la Semana Santa de 2020, cuando "a todos nos pilló de sorpresa y no tuvimos tiempo de reaccionar", señala Alejandro, para añadir que "si esto sigue así no sabemos qué va a pasar, pero tenemos la esperanza de que algún día mejore, porque hay vacuna y eso implica inmunidad".
