Con 25 años de trabajo a sus espaldas en la conocida pastelería San Rafael, Trinidad podría poner en su currículum un máster en rosconería. Esta pastelera nos cuenta la leyenda que hay en torno al haba que se coloca en este tradicional dulce. «El que la encuentre tiene que pagar el roscón, o bien se la coloca en la cartera y tendrá fortuna ese año». Lo cierto es que en torno a esa legumbre colocada en el típico bollo navideño hay multitud de variantes. Se dice que en el siglo XIV, en el Reino de Navarra, se coronaba Rey del Faba al niño que la encontraba. En algunos lugares de Hispanoaméricas obliga al que le toca a llevar tamales (otro dulce) a una comida del 2 de febrero, cuando se celebra la Candelaria. También la figurilla del rey que se puede hallar en un bocado, y según el país, corona precisamente como rey de la reunión a esa persona. En fin, que hay cuentos para todos los gustos partiendo, eso sí, de una raíz común que lo relacionan, como suele ser habitual con las fiestas cristianas, con una celebración pagana: las saturnales romanas.
Si 600 roscones ha hecho la pastelería San Rafael para mañana, en otra conocida pastelería, Roldán, han perdido las cuentas. Una de sus responsables, Julia Navarro, no explica cómo junto a esa tradición del haba y la figurilla del Rey, además de los pequeños regalos que se pueden encontrar, convive la moda: «este año por ejemplo ,y debido a su éxito,muchos regalos son figuras de los Minions».
No es la única traza de modernidad que convive junto a la costumbre de siglos. Tanto Trinidad como Julia nos explican cómo se pueden encontrar a clientes que solicitan roscones sin gluten, y aptos por tanto para celícacos, o bien sin lactosa. Sin embargo ambas coinciden en que sigue siendo un dulce muy apegado a la tradición. A veces la trufa o algún tipo distinto de crema rompen la receta de siempre, pero sin estridencias ni, desde luego, tendencia a la omnipresente "personalización".
Y si la receta sigue apegada en gran medida a la tradición, lo que sí se ha salido de la propia tradición es el dulce en sí. Su disfrute ya no se limita a la merienda del 6 de enero, el día de los Reyes Magos. Julia nos dice que ya piden roscones bastante antes de esa fecha, como un dulce navideño más. En el caso de la pastelería San Rafael los pedidos de roscones se producen ya todo el año. Hay que tener en cuenta que el hecho de contener regalos los hacen especialmente atractivos para los cumpleaños de los niños, cuyas celebraciones son hoy día mucho más multitudinarias que hace tan sólo unos lustros.
