El Puente Pellejero de Belalcázar, debido a su actual estado de ruina y al riesgo de derrumbe existente, ha pasado desde ayer a engrosar la Lista Roja del Patrimonio que elabora la Asociación Hispania Nostra, y que ya recoge más de 950 monumentos por toda la geografía española con riesgo de desaparición si no se actúa de inmediato, según ha denunciado en su publicación la Asociación Cultural Turdulia Belalcazarensis.
De hecho, el comité científico de la Asociación Hispania Nostra encargado de su admisión ha considerado oportuna su inclusión en la lista, dando respuesta así a la propuesta que realizamos hace algunos meses desde esta asociación, cuya intención no es otra que visibilizar la pronunciada situación de abandono que sufre este monumento, sensibilizar a la opinión pública de la pérdida irreversible que supondría su derrumbe e impulsar su recuperación, haciendo un llamamiento a las administraciones implicadas de la urgente necesidad de acometer obras de consolidación que permitan salvar este bello y singular elemento patrimonial de la comarca del Valle de Los Pedroches.
Con la adición de este monumento, en el Valle de Los Pedroches existen ahora mismo tres elementos incluidos en la lista, todos ellos en Belalcázar: El Convento de los Cinco Mártires de Marruecos (siglo XV), incluido en la Lista Roja; el Castillo de los Sotomayor y Zúñiga (siglo XV), recientemente incorporado en la Lista Verde tras las actuaciones llevadas a cabo por la Junta de Andalucía para su consolidación y conservación, y ahora también el Puente Pellejero.
Aunque la tradición popular lo califica de romano, parece más probable que tenga un origen medieval y que sirviese como acceso desde Belalcázar al molino harinero que se encuentra en la orilla contraria
Esta histórica construcción, que los términos municipales de Belalcázar y El Viso salvando el paso del río Guadamatilla, se encuentra sometido a un evidente estado de abandono, habiendo sufrido en las últimas décadas el derrumbe parcial de una de sis bóvedas y la pérdida de gran parte del material mítico con el que fue construida su plataforma, dejando patente con ello uña necesidad de llevar a cabo trabajos urgentes de consolidación para evitar su posible ruina y derrumbe.
De titularidad pública correspondiente a ña Confederación Hidrográfica del Guadiana, este monumento constituye uno de los elementos arquitectónicos de origen civil más notables de la comarca de Los Pedroches, siendo muestra patente de la tradición histórica y cultural de la región. Pese a ello, hasta la fecha no dispone de ningún ti`po de protección oficial ni administrativa que garantice su conservación.
Elementos destacados del monumento
Construido en mampostería de piedra de pizarra, muy abundante en sus inmediaciones, su estructura se caracteriza por la esbeltez y singularidad que le otorgan los dos arcos de medio punto que lo componen, el más grande de ellos se sitúa sobre el cauce principal del río y el otro, sobre el terreno inmediatamente inundaba en los días de mayor caudal.
La particularidad de dichos elementos, junto con el extraordinario marco natural sobre el que se asienta el puente, le confieren una prestancia elegante y cautivadora a su silueta, que permite al visitante obtener una de las estampas más bonitas de la comarca de Los Pedroches. De fácil acceso al encontrarse apenas a 200 metros de distancia de la carretera que actualmente une Belalcázar y Santa Eufemia (CO-9402), este hecho no resta ni un ápice de magia al entorno, que consigue la inmediata simbiosis del visitante con la naturaleza más salvaje que envuelve el lugar.
Origen e historia
Su origen es incierto, ya que no existen estudios académicos realizados sobre el mismo. La tradición popular lo califica de romano, inducida probablemente por su aparente antigüedad, por los restos romanos aparecidos en sus proximidades y por la estructura constructiva abovedada de sus arcos de medio punto, pero la aparente falta de sillería no parece propia de las costumbres constructoras de la época.
Sin embargo, y si perjuicio de que tal vez pudiera existir una estructura romana no conservada en el mismo lugar sobre el que se haya levantado esta paso, parece más probable que tenga un origen medieval y que sirviese de acceso desde Belalcázar al molino harinero que se encuentra en la orilla contraria, que puede contemplarse perfectamente desde el puente.
Reivindicación y próximos objetivos
Sea como fuere, la determinación de su antigüedad no desmerece su singularidad en absoluto, siendo, en cualquier caso, u elemento arquitectónico distinguido de la comarca y de su tradición histórica y cultural, merecedor, por lo tanto, de la necesaria protección para su conservación y puesta en valor.
Es por ello que, desde la Asociación Cultual Turdulia Belalcazarensis se ha propuesto la inclusión de este bien cultural en la Lista Roja del Patrimonio, con tal de hacer visible la marcada situación de abandono a la que está sometido; sensibilizar, igualmente, a la opinión pública del inminente riesgo de derrumbe que le acecha; concienciar de la posible pérdida irreversible de este importante elemento patrimonial y hacer, finalmente, un llamamiento a las administraciones implicadas de la urgente necesidad de acometer obras de consolidación que permitan salvar este bello legado cultural, elemento diferencial e historia viva de la norteña comarca cordobesa.
Desde aquí la asociación anima a los ayuntamientos de Belalcázar y El Viso y a la Confederación Hidrográfica del Guadiana a tomar cartas en el asunto y a emprender las acciones necesarias para salvaguardar esta joya oculta de Los Pedroches, poniéndose en valor y engrandeciendo con ello el rico patrimonio cultural y notarial pedrocheño que hay que conservar y dar a conocer.
#SalvemosPellejero.
