Cultura y religión

La Mezquita-Catedral recupera el cáliz del Inca Garcilaso con una muestra sobre platería cordobesa

La pieza, que fue expoliada durante la ocupación francesa de España a principios del siglo XIX, ha llegado para esta exposición procedente del Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid

El cáliz del Inca Garcilaso en la Mezquita-Catedral
photo_camera El cáliz del Inca Garcilaso en la Mezquita-Catedral

La Mezquita-Catedral de Córdoba acoge desde este miércoles la exposición 'El Cáliz del Inca: símbolo de la platería de Córdoba", una muestra temporal que supone el retorno del cáliz que perteneció al Inca Garcilaso de la Vega a su ubicación original, la Capilla de las Benditas Ánimas del Purgatorio, el espacio fundado por el literato cuzqueño para albergar su sepultura.

El Cabildo Catedral de Córdoba organiza esta exposición temporal, en colaboración con el Instituto Nauta, la Embajada del Perú en España, la Cátedra 'Córdoba Ciudad Mundo' de la Universidad de Córdoba (UCO) y el Parque Joyero de Córdoba, y el citado cáliz es el eje vertebrador de la muestra.

La pieza, que fue expoliada durante la ocupación francesa de España a principios del siglo XIX, ha llegado para esta exposición procedente del Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid y constituye parte del testimonio material del legado del que fuera máximo representante del mestizaje, el Inca Garcilaso.

El cáliz fue ejecutado por el platero barroco cordobés Juan Bautista de Herrera, está realizada en oro, cuenta con 32 aplicaciones en esmalte rojo que realzan su delicada factura. Tras avatares que dieron lugar a diversos cambios en su ubicación, el cáliz del Inca Garcilaso forma parte de los fondos del citado museo madrileño.

A este cáliz del Inca Garcilaso, núcleo temático y simbólico en torno al que se desarrolla el discurso expositivo, se suma la exhibición de otros cálices representativos de la dilatada y relevante trayectoria de la platería cordobesa.

Todos ellos, pertenecientes a la Catedral de Córdoba y a otros templos de la Diócesis cordobesa, hacen posible que el visitante obtenga una visión integral de la evolución del arte de la plata en la ciudad de Córdoba, desde la etapa gótica hasta el Rococó, y del destacado papel ejercido por la corporación gremial de San Eloy.

El acto de apertura de la exposición ha sido introducido por el comisario de la muestra, Luis Palacios, quien ha destacado la aportación del Cabildo catedralicio y de la Diócesis a la orfebrería cordobesa, mientras el deán-presidente del Cabildo Catedral de Córdoba, Manuel Pérez Moya, ha reflexionado sobre la trascendencia de la figura del Inca Garcilaso y sobre el importante vínculo existente entre el esplendor de la orfebrería y la liturgia.

De este modo, Pérez Moya se ha referido a que "los cálices, al igual que otras piezas de orfebrería cumplen con una misión y función en el ceremonial de la Iglesia Católica, como símbolo de la comunión con Dios y expresión eucarística".

Por su parte, el embajador de Perú en España, Claudio de la Puente Ribeyro, ha agradecido a la institución capitular la labor que lleva a cabo para la divulgación y conservación de la memoria del Inca Garcilaso que, a su juicio, "tendió un puente cultural entre Perú y España".

El responsable de la Cátedra Universitaria 'Córdoba Ciudad Mundo', Eulalio Fernández, ha incidido en la importancia del patrimonio como base de la identidad y como oportunidad para el desarrollo, mientras que el director del Área de Negocios CaixaBank Córdoba, Antonio Marcelo García, ha destacado el compromiso social y cultural que mantiene la entidad que representa con la provincia.

A continuación, los asistentes, entre quienes también han estado las delegadas de la Junta en Córdoba de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico, Cristina Casanueva, y de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Purificación Joyera, y el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, han recorrido la exposición, que incluye 17 cálices, además del inventario de bienes del Inca Garcilaso y una maqueta en plata de la Mezquita-Catedral, cedida para la ocasión por el Parque Joyero.