La pandemia mundial de Covid-19 ha trastocado por completo todo. Incluido -o especialmente- el sector turístico. Tanto es así, que "como no cumplamos con los nuevos retos del sector, otros países de la ribera mediterránea, que sí se han puesto las pilas, puede que nos quiten parte de ese turismo" que ya estaba amarrado. O eso se pensaba.
La advertencia la ha lanzado esta mañana Genoveva Millán, profesora titular de área del Departamento de Métodos Cuantitativos de la Universidad Loyola Andalucía, aunque también es la coordinadora del VIII Congreso Internacional Científico-Profesional de Turismo Cultural que secelebra en Córdoba hoy y mañana.
Las bases del turismo han cambiado, "ya no sirven", porque el perfil del turista es otro. "Ahora la gente busca un destino adecuado desde el punto de vista sanitario y un turismo más de calidad, que no sea de masas, mucho más selectivo". Por tanto, "la oferta se tiene que adaptar al nuevo perfir", es decir que ya no se busca tanto ir a un sitio porque sea más barato, Croacia o Turquía por ejemplo lo son más que España, sino que haya en destino una seguridad sanitaria y social sin lugar a dudas.
Frente a eso, toca "aprovechar la situación con nuevas ofertas". Por ejemplo, Millán ha destacado que en Córdoba hay unas ofertas de gastronomía y climatología "estupendas", y hay que tratar de fomentar más la provincia, que es la gran desconocida del visitante extranjero, en lugar de tanto la capital, "que ya es muy conocida".
No obstante, la ciudad tiene un inmenso potencial para el turismo cultural. Pero es una obligación que deje de ser potencia para ser acto. Para ello, y sacarle todo el rendimiento, "necesitamos una buena oferta de ocio nocturno". Y mientras no sea así, el visitante no va a pernoctar, por lo que "vamos a tener meros excursionistas, que se nos van a ir, por ejemplo, a Sevilla, que es una ciudad patrimonial, o se nos van a ir a Málaga", que tiene una oferta cultural muy interesante.
En la actualidad, el turismo cultural tiene que hacer frente a una competencia surgida de la pandemia: El turismo de naturaleza, "que ha crecido, y mucho, en detrimento del cultural". Pero, "si creamos una oferta que sea adecuada y desde el punto de vista sanitario segura y de calidad el turismo va a volver con nosotros".
El caso es que Córdoba tiene "potenciales turistas que estarían dispuestos a venir aquí", pero hay que tratar de renerlos por la noche, porque a día de hoy ése es "el gran talón de Aquiles nuestro", es decir las pernoctaciones y el gasto medio, "que es muy bajo, porque no se quedan a dormir".
Yendo a lo práctico, y ya que el espectáculo nocturno del Alcázar va a tardar en aparecer, y no todo puede centrarse en el 'Alma de Córdoba' de la Mezquita-Catedral que son los viernes y sábados, Genoveva Millán ha puesto los ojos en el yacimiento arqueológico de Medina Azahara, "que si lo iluminas por la noche atrerá a visitantes".
No es que la profesora haya pecado de ingeniua al decir eso. Sabe perfectamente que el monumento tiene ya su iluminación. Sólo que lo considera casi como de "primer boceto". Se ha quedado obsoleta o estaba relativamente bien para los inicios del proyecto, "pero no está del todo correcto, y hay que mejorarlo aún muchísimo más para hacer que atraiga a un turismo mucho más seguido".
De hecho, en comparación con otras ciudades que cuentan con iluminación nocturna, como es el caso de Toledo, que se ha sacudido la pereza y se ha puesto al día hasta el punto que se considera que tiene "la panorámica nocturna más bonita del mundo", la nuestra es deficiente. "Es que te puedes literalmente caer tropezando con algo y no está muy bien señalizado, por lo que habría que cambiarlo". Millán ha ido incluso más allá sugiriendo que se le incluya espactáculo de luces "como teníamos en el Alcázar antiguamente".
Aquí todavía se podría sacar el mayor partido y rendimiento a una ciudad con cuatro declaraciones patrimoniales, que se dice pronto, pero que no se nota en el número de turistas. "Podemos decir que llegamos al millón, pero la inmensa mayoría de esa cifra no son turistas, sino excursionistas que llegan, visitan el Casco y se van; ese tipo de turismos prácticamente no interesa mucho, porque deja poco dinero", ha señalado la experta.
A bote pronto algunas sugerencias más serían aprovechar la gastronomía y el patrimonio con maridajes de cena-visitas nocturnas a monumentos, que no tienen por qué ser los principales (ahí están las Iglesias Fernandinas, por ejemplo); la posibilidad de sentirse como en casa, tomando un aperitivo o una copa en algún Patio adaptado para la ocasión (sin perder su esencia de conversar con los propietarios y descubrir cómo se vivía en la Córdoba tradicional), o incluso recuperar los mapping en lugares emblemáticos, como la Plaza de La Corredera (en perfecto tándem con el ocio de hostelería que ya hay) o la fachada de la Diputación.
