"En la Fuenseca, al final de la calle Imágenes, había un bar; yo trabajaba en esa calle de platero, que empecé a trabajar con 12 años, y una vez oímos ruidos. Fuimos hasta el bar y allí estaba ensayando un grupo que se llamaba 'Los Pilotos'. Descubrí la música en directo y ahí me enganché".
Ese fue el principio para Manuel Martínez, celebérrimo cantante de Medina Azahara. Uno de los músicos de aquel ensayo sigue en activo y es frecuente verlo tocar en diversos locales de Córdoba: 'Beethoven' Santiago, excelente guitarrista que se atreve con todo, incluida la gaita. "Cuando le veo le recuerdo que estoy en la música por él". Desde entonces 41 años de carrera, que se dice pronto, desde aquel deslumbramiento.
Hablamos con Martínez con motivo de su concierto el próximo 1 de febrero (teatro Góngora, 20:30 horas). Y no es un concierto cualquiera. Para empezar el cantante viene a presentar su disco en solitario, pero también temas de Medina Azahara e incluso versiones. Y para seguir porque en algunos momentos habrá más de 50 personas en el escenario. Esto es debido a que el coro Gospel Córdoba estará presente en algunos de los temas, algo único para esta actuación en la capital.
Entre las versiones se cuentan algunas de Triana, pero también la célebre 'Llorando por Granada', de 'Los puntos', que "parece de todo menos esa cancíón", nos cuenta Martínez, que ha variado todo su comienzo "aunque cuando entra la voz ya es identificable". Con respecto al coro están trabajando grupo y coristas por separado, no tendrán ensayo conjunto en ningún momento, el trabajo de ambos se unirá en el escenario del Teatro Góngora.
¿Es este un concierto de Medina Azahara pero sólo con su cantante? En absoluto, Martínez presenta su segundo disco en solitario, 'Hojas de otoño' y en él hay "canciones que podrían entrar perfectamente en un disco de Medina Azahara pero muchas otras que no". ¿Cuáles son? "Sobre todos las más intimistas, por ejemplo 'Madre', 'Así me siento' o 'Así es mi vida', que no las veo para ese repertorio'.
Estarán acompañándole Manuel Ibáñez y Nacho Santiago, teclista y baterista de Medina Azahara, Álvaro Coronado al bajo y Adrián Phoenix a la guitarra. Manuel Martínez por cierto se deshace en elogios para estos dos músicos que no tocan con su grupo habitual.
Profeta en su tierra, Martínez afirma que tras tantísimos años de carrera "los nervios siguen estando en el estómago" antes de cada actuación, aquí y en cualquier otra ciudad, "sólo te calmas un poco cuando el concierto empieza y ves que todo suena bien y que el público está contento y contigo...ahí ya dejas que todo fluya".
