NATURALEZA URBANA

Las "malas hierbas" que embellecieron las calles durante el confinamiento piden dejar de ser "malas"

El confinamiento produjo un crecimiento como nunca de la llamada flora espontánea. Ante este hecho inédito los biólogos Sara Parras, Blanca Rodríguez y Rafael Tamajón han realizado un informe que solicita, entre otras cuestiones, se favorezca su uso ornamental y no se las considere perjudiciales
Convolvulus arvensis como enredadera
photo_camera Convolvulus arvensis como enredadera

Durante el confinamiento decretado por el Gobierno a causa de la pandemia del coronavirus, y durante muchas semanas, el cese de multitud de actividades tuvieron efectos tristemente positivos, puesto que todos estaban relacionados con esa situación que ha generado un perjuicio severo y general. Y de esta manera ya en la segunda semana de enclaustramiento se reducían los niveles de contaminación del aire. Nuevas especies, sobre todo de aves, que se atrevían a aventurarse menos en la ciudad iban acercándose. Incluso la falta de tránsito humano y la reducción del ruido hizo que especies nocturnas se vieran cazando en el Puente Romano al mediodía y con más de 30 grados. En concreto hablamos de las garzas de noche como dimos cuenta en este reportaje fotográfico.

Otro de los efectos de la soledad de las calles fue el crecimiento de la flora espontánea, es decir, aquellas que crecen sin intervención del hombre (a veces llamadas malas hierbas). El fenómeno fue tan acusado que la Sociedad Española de Ornitología y la Federación Española de Municipios enviaron a todos los Ayuntamientos una solicitud para que se hiciera un esfuerzo por preservarla. En otros países europeos se dieron iniciativas similares.

 Sedum sediforme en un tejado

Sara Parras, Blanca Rodríguez y Rafael Tamajón han realizado un informe acerca de la situación en Córdoba. Estos tres biólogos son los responsables de un estudio sobre flora espontánea de la ciudad que derivará en un futuro en un catálogo. Su informe coincide con algunas peticiones por parte del Consejo del Movimiento Ciudadano o de la Federación de Asociaciones de Vecinos en torno a aquellos solares en los que han proliferado matorrales y se consideran susceptibles de constituir material de combustión para los numerosos incendios de pastos que se dan en verano en la ciudad. Sobre esa cuestión también trata el informe de los biólogos.

Dónde se ha percibido realmente el confinamiento

Según Parras, Rodríguez y Tamajón, los meses de confinamiento no se han notado en la flora espontánea de los tejados, muros o de los descampados y solares. En el primer caso -tejados y muros- porque su crecimiento no suele limitarse a excepción de que haya reformas en los edificios. En el segundo caso -descampados y solares- porque "estos enclaves son de alguna manera el paraíso de la flora y vegetación espontánea, puesto que no tienen pisoteo y habitualmente el desbroce de los herbazales suele llevarse a cabo cuando están secos (a finales de mayo-principios de junio), y sólo excepcionalmente antes, porque el vecindario lo reclame a Sadeco o por algún otro tipo de circunstancia excepcional", precisa el trabajo realizado por los biólogos y remitido a este periódico. [Nota de la redacción: en la siguiente imagen extraída del grupo de Facebook 'Flora cordobesa Andalucía' se ve una zona de Córdoba durante el confinamiento en la que creció así la flora espontánea].

Plantas que crecieron durante el confinamiento en Córdoba 

Existen un tercer y cuarto caso: los alcorques y los empedrados. Vamos con el tercer caso, el de los alcorques. En ellos sí se ha visto un crecimiento excepcional debido al confinamiento debido a la falta de desbroces periódicos. Y en el cuarto caso, el de los empedrados, destacan el que se dio en la Plaza de Capuchinos, el más destacado, que sorprendió por su verde aspecto en todos los medios de comunicación locales y redes sociales. Curiosamente, como explican estos estudiosos de la flora espontánea, se daba la misma situación de siempre...sólo que dejándola crecer: "debido al pisoteo habitual este tipo de herbazales son de porte rastrero o levantan pocos centímetros del suelo; sin embargo, debido a la ausencia de movilidad urbana en las calles, esta primavera las plantas adaptadas al pisoteo han podido crecer en altura, y de ahí la impresión también de crecimiento desmedido. En todo caso ha habido las mismas plantas que siempre, sólo que de mayor tamaño".

Propuestas para la gestión del flora espontánea

Parras, Rodríguez y Tamajón, proponen para el caso de los alcorques que se retrase su desbroce o se haga diferenciado según los barrios, dejando más crecimiento cuanto más lejos del centro (por aquello de la impresión de estar bien cuidado aunque eso no quiere decir que la flora espontánea "ensucie"). Igualmente proponen sembrar especies autóctonas en estos alcorques y dejarlas que germinen, por ejemplo malvas, margaritas o amapolas.

Los empredrados no necesitan aporte alguno, puesto que el movimiento de la ciudadanía y el pisoteo ya se encarga de mantener a raya el crecimiento. 

En cuanto a céspedes, estos biólogos solicita que se dilate "el período entre corta y corta del césped, para permitir la floración de tréboles y otras plantas que allí se suelen encontrar".

Llegamos al caso que sí ha provocado un debate, como indicamos más arriba, entre diversos organismos de la ciudad: el de los solares. El crecimiento puede ser enorme. Uno de los ejemplos más llamativos fue el del solar de la calle Cristóbal de Mesa que hay tras la residencia de la Federación de Discapacitados, Fepamic. A finales de mayo (ya se ha desbrozado), estaba así:

Descampado de Cristóbal de Mesa a finales de mayo de 2020

Los biólogos responsables de este informe sobre flora espontánea sí se muestran totalmente a favor del desbroce de los herbazales en los solares para evitar incendios cuando se secan. Eso sí, detallan que lo conveniente sería hacerlo a finales de mayo. De esta manera se favorece el hecho de que las plantas completen su ciclo vital y dejen semillas para la siguiente generación, algo importante al ser garantes de la biodiversidad y del propio ciclo vital de especies de insectos y aves. "Un herbazal, salvo excepciones, no tiene por qué estar asociado a ratas y por supuesto menos a plagas de ningún tipo. Precisamente los motivos que en muchas ocasiones los vecinos aluden para justificar desbroces prematuros, en plena primavera. Otra alternativa al desbroce total de la superficie del solar es llevarlo a cabo sólo en una franja periférica, como de hecho ya se ha constatado que se ha hecho este año en el solar de la antigua Cárcel de Córdoba, en el barrio de Fátima".

Conclusiones

Rafael Tamajón, Sara Parras y Blanca Rodríguez concluyen que por primera vez la flora espontánea se ha desarrollado sin cortapisas. Y no ha supuesto ningún problema de plagas, muy al contrario "han podido embellecer durante más tiempo los aburridos alcorques vacíos, a veces con la presencia de un triste tocón". Lamentan que sin embargo se haya finalmente erradicado, aunque más tardíamente que otros años. Ante esto solicitan que dejen de considerarse malas hierbas y pasen a tener una concepción más ornamental.