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'La culpa' invita al espectador a ponerse en la piel de los personajes

Hoy y mañana el Gran Teatro tendrá sobre el escenario a Pepón Nieto,  Ana Fernández, Magüi Mira y Miguel Hermoso bajo la batuta del montillano Juan Carlos Rubio

La culpa
photo_camera El elenco de 'La culpa', con David Luque

Un psiquiatra es requerido a declarar en favor de un paciente responsable de cometer una matanza de diez personas. Cuando se niega a hacerlo, su carrera, su ética y sus creencias son cuestionadas, desencadenando una espiral de acontecimientos que convulsionará no sólo su vida, sino la de la persona que más quiere. Es lo que 'La culpa' ofrece de buenas a primeras para captar el interés del espectador y que se decida a ir hoy, viernes, y mañana, sábado, a las 20.30 horas, al Gran Teatro para ver en escena a Pepón Nieto, Ana Fernández, Magüi Mira y Miguel Hermoso bajo la batuta del montillano Juan Carlos Rubio.

Unos excelentes ingredientes de cara a un fin de semana de teatro de alta calidad, tal y como ha apuntado esta mañana en la presentación de la obra de David Mamet el concejal de Cultura, David Luque, quien ha invitado a los más rezagados a adquirir las últimas entradas para disfrutar de este evento cultural como uno de los platos fuertes de la programación escénica de diciembre. "Hacemos siempre un empeño para que la programación esté abierta a todos los gustos y públicos, aunque nuestra parte íntima como Instituto (Municipal de Artes Escénicas; IMAE), es siempre intentar que el teatro tenga un lugar preferente", ha señalado.

El propio director cordobés ha recordado que se trata ya del tercer texto de Mamet que dirige y al que ha calificado como "uno de los pocos clásicos que quedan". No en balde, de él son los guiones de películas como 'El cartero siempre llama dos veces', 'Los intocables de Eliot Ness', 'Hannibal' o 'Ronin', mientras que esas obras dirigidas por Rubio son 'Muñeca de porcelana', 'La anarquistas' y la propia 'La culpa'. Historias que, según el director, muestran el poder que las grandes empresas y los millonarios ejercen sobre los políticos o, en este caso concreto, sobre la imagen de las personas anónimas.

La Culpa 2

Una imagen "que proyectamos a los demás y que se acaba resintiendo, al igual que las relaciones con los demás a través de la manipulación" y una trama en la que se pone en tela de juicio los ideales de cada uno cuando tienen que lidia con la realidad. "Son cuatro personas que en el fondo luchan por sus intereses particulares en una historia muy bien amada, cargada de preguntas y sobre todo me gusta mucho lo que hacemos porque al espectador se le hace partícipe de lo que nos ha despertado y pasan de ser pasivos a activos, muy atentos a lo que está pasando ante sus narices".

Por su parte, Pepón Nieto ha presentado a su personaje, el psiquiatra, que lejos de ser plano y simple, es "inteligente, poliédrico, con muchas verdades y muchas caras, así como verdades y razones por las que actuar de tal o cual manera", en una obra a la que ha calificado de puzzle, cuyas piezas tiene que saber ensamblar el propio espectador. "Nada es lo que parece y todos tenemos nuestra parte de razón en la historia".

Nieto ha explicado que los cuatro actores junto con el director han estado realizando un auténtico ejercicio de trabajo en conjunto para sacar adelante una obra consensuada en su forma de expresarla, a base de ensayos eternos. A nivel personal, de cara a su carrera de actor, se trata de todo un reto afrontar "a un personaje tan alejado de mí y tan alejado de lo que últimamente he hecho en mi trabajo".

Pepón NIieto y Miguel Hermoso

También, Miguel Hermoso ha señalado que la gente del teatro "va a salir loca, porque es un estilo de escritura muy arriesgado hay un montón de cabos sueltos que solo se resuelven al final aportando al espectador una experiencia muy potente", en el sentido de que se acaban generando debates sobre la temática que trata.

Para Magüi Mira la obra es como un "fascinante río emocional" con cuyo texto el autor busca remover "el interés, el corazón y las tripas de los espectadores". Su compañera de reparto, Ana Fernández, igualmente ha destacado el ritmo de la obra, enriquecido con abruptos silencios, y un montaje que "puede recordar a la pintura, con lo que eso puede llegar a enriquecer la obra", además de se trata de una obra que muestra "la fragilidad que tenemos ante la opinión de los demás", hasta el punto de que "nos creemos muy fuertes y valientes, pero cuando el problema te ataca a ti directamente es cuando descubres lo que puedes no hacer". En su caso, la actriz ha puesto el ejemplo de un cerrajero que la estafó y aún ella sabiéndolo "no supe reaccionar ante situaciones extremas".

En palabras de Fernández, a pesar de que todavía llevan "pocos bolos", el ambiente es tan bueno que sienten como si trabajaran ya en una auténtica compañía, "y eso siempre es gracias al director y a la producción, que, además, en este caso ha sido muy valiente".