CONFERENCIA EN EL CíRCULO DE LA AMISTAD

Julio Anguita: «En Córdoba había impuestos medievales»

El exalcalde ha realizado un repaso por los años en los que dirigió el Ayuntamiento dentro de un ciclo por el que pasarán todos los alcaldes democráticos

Conferencia Anguita Círculo Amistad
photo_camera Julio Anguita en el Círculo de la Amistad

El ex-alcalde de Córdoba, Julio Anguita, ha ofrecido la primera conferencia del ciclo organizado en el Círculo de la Amistad por  la Asociación Arte, Arqueología e Historia. Con el título: "Córdoba, historia del tiempo presente: los alcaldes de la Democracia", este ciclo va a contar con cada uno de los principales dirigentes del Ayuntamiento de las corporaciones que vienieron desde 1979.

La charla de Anguita ha servido de interesante ejercicio de memoria para saber de dónde se viene, presentando una Córdoba relativamente cercana en el tiempo y sin embargo radicalmente diferente a la actual. El antiguo alcalde ha explicado que a los seis días de estar en la alcaldía se enfrentó a la realidad de una capital donde 60.000 cordobeses vivían en asentamientos en la periferia del casco urbano. El 90% de ellos no tenía acerado, agua ni luz. Córdoba entonces tenía poco más de 235.000 habitantes. El caso era tan grave que se temía por una grave epidemia de coli a causa del mal estado del agua de los pozos de donde estos ciudadanos sacaban el agua.

Anguita ha realizado también un repaso por algunas leyes que entonces seguían vigentes, como impuestos por rejas, canalones o carruajes. Como anécdota ha recordado una ley arcaica que permanecía en uso y que obligaba a tener ventanillas o piqueras a las tabernas por si alguien a cualquier hora quería beber algo. En teoría el tabernero, como si estuviese de guardia, tenía que atender a esa persona de su peculiar urgencia. El antiguo alcalde ha concluido en este aspecto: «había impuestos de la edad media».

Otra de las situaciones descritas por Anguita hacen referencia a la empresa de autobuses Aucorsa, entonces privada. El exalcalde ha contado que en los primeros momentos de su mandato un inspector de Hacienda le exigió al Ayuntamiento que pagase 60 millones de pesetas que el empresario adeudaba de las cuotas de sus trabajadores. «Aquel inspector me dio una lección, y es que si tienes privatizado un servicio y algo va mal, el Ayuntamiento es responsable en última instancia».

Anguita también ha hablado sobre otros asuntos que centraron el trabajo del Ayuntamiento, como trabajar en los que sería más tarde el plan Renfe (soterramiento de las vías que dividían a la ciudad en la actual Avenida de la Libertad), tratar de que la población no viviera de espaldas al río por la devaluación urbanística de las orillas, y el sempiterno tema de las parcelaciones ilegales.

El exalcalde también ha indicado la importancia que tiene «enterrar el dinero». Con esa expresión recordaba la máxima de otro alcalde, Antonio Cruz Conde, que hablaba sobre que el alcalde de una ciudad ha de hacer obras con visión de futuro donde la base está bajo la tierra, o sea, alcantarillado o tuberías. En ese sentido ha recordado que gracias a la labor de Cruz Conde se encontraron a finales de los 70 con que la empresa de aguas funcionaba muy bien: «Era la joya de la corona». Con respecto a este tipo de labores ha declarado que no son vistosas ni quedan bien en las fotos pero resultan de vital importancia.