El director cordobés Gerardo Olivares volvió anoche a su tierra para presentar su última película, El faro de las orcas, basado en una historia real sobre Beto, un argentino que logró comunicarse con las orcas en el mar de la Patagonia con tan solo su armónica. El estreno tuvo lugar en un lugar emblemático, no sólo por lo que supone para el cine, sino porque además el arquitecto encargado de la reforma fue el propio padre del director: la Filmoteca de Andalucía. Cientos de personas acudieron al preestreno, el segundo que se realiza tras el primero en Canarias, y la película se proyecta hoy en las salas comerciales con 150 copias.
Olivares estuvo acompañado por el actor argentino Joaquín Furriel, que encarna en la pantalla a Beto, el protagonista real de una historia que es "el 90 por ciento mi vida, con pequeñas cosas que se han cambiado para profundizar en el mensaje". Furriel manifestó que "ha sido un rodaje involvidable, uno de los mejores que he hecho, porque sólo había que ser lo más fiel posible a Beto". El parecido entre ambos, el actor y el protagonista real, es tan notorio que incluso Beto ha hecho de doble de Furriel en algunas escenas de la película.
El faro de las orcas se estrena hoy, al mismo tiempo que la última de la saga de La guerra de las galaxias, pero eso a Olivares no le da miedo. "Nunca sabes qué va a pasar, depende todo del primer fin de semana, pero espero que la gente que vaya a ver La guerra de las galaxias, que son muchos, se den cuenta de que también está El faro de las orcas", dijo el director cordobés. Lo que para muchos sería un problemas, para Olivares es una oportunidad.
