La artista plástica Elixabete Mendibe se ha recreado en la figura de Frida Kahlo, la gran embajadora de México, con una muestra que se ha abierto al público desde el pasado día 6 en el Real Círculo de la Amistad, bajo el título de 'Una mirada sobre Fina. Fusión de horizontes'.
Pero el título no le hace honor a todo el trabajo que hay en esta muestra. Son múltiples, variadas y diversas las que miradas que se muestran sobre la irrepetible mexicana y hemos tenido la suerte de que la propia creadora nos vaya exponiendo lo que ha plasmado en sus cinco obras: La Belleza, El Dolor, La Palabra, La Naturaleza y La Tradición (La Catrina).
El primero de ellos es casi de lógica. "Frida como mujer me parece superbonita; es una mujer guapa y que trasmite belleza", indica la artista. Por cierto que si se ha centrado en Frida es porque le encargaron un cuadro sobre ella y llevó a la práctica una obra "donde envolvía estos cinco cuadros que luego hice". Y es que cuando terminé el encargo y lo mostró, "hubo una explosión brutal de gente que me transmitía que les encantaba Frida, que les gustaba muchísimo, y me hablaban de muchas cosas sobre ella, así que quise investigar un poco más en su persona".
La Tradición la hizo por el papel de embajadora de México que es Frida "La quise poner como Catrina. como en el Día de los Muertos con ese fondo de cementerio y ese tocado alegre y divertido" de un día tan especial para el pueblo mexicano.
La ha plasmado igualmente en La Naturaleza, porque "ella se dibujó a sí misma siempre con mucha naturaleza y también se rodeó de ella y me parecía un elemento muy importante". En este caso, Frida está mimetizada con un paisaje salvaje sin toque humano, en el que "ella está prácticamente transparente dentro de eso cuadro circular".
De igual modo, Elixabete Mendibe ha querido hablar de La Palabra, porque "cuando hablas de ella empiezan a salir frases, que son motivadoras, capaces de dar energía y fuerza; la gente las repite y las tiene casi como un lema". En ese cuadro se plasma a Frida con una imagen clásica, prácticamente como una griega, la cuna de la cultura mediterránea. "Aparece el arco, las columnas y todas las telas que he utilizado tienen letras", señala. De igual modo, el paisaje azul está lleno de mapas de caracolas hablando de "cómo ha trascendido, cómo ha viajado la palabra de Frida".
Finalmente está el cuadro de El dolor, el que le ha perseguido toda su vida, el que la ha hecho sufrir siempre. Por esa razón la muestra postrada en la cama, inmóvil mirando hacia arriba con la cara demacrada por el sufrimiento, "con una herida sangrante brutal abierta". Pero hay elementos positivos, como son las mariposas revoloteando por la cama y que representan "todos los sueños que tuvo de la creación, ya que pintó muchísimo en la cama y también he querido hacer vida que surgía del propio mueble, con naturaleza a base de esos animales y unas hojas".
Cinco obras que bien merece la pena descubrir tanto por el resultado como por la propia técnica que usa la artista y que esa base de telas. "Cuando conocí la tela como elemento me gustó tanto que quise crear con ella" en lo que es todo un proceso creativo. La artista considera que es una técnica muy propia de ella, entre otras cuestiones porque aún no ha visto a nadie "que utilice el recorte de tela como yo, como si fuese una pincelada., y no me he dejado influenciar por nada".
Al principio, lo que hacía era colorear grandes trozos de tela para generar un dibujo. Pero ahora ha evolucionado y pretende "pintar con el recorte con pinceladas", es decir "juego como si estuviera pintando, no hay un dibujo previo, está en la cabeza", aunque antes de comenzar una obra "le doy muchas vueltas, no sólo por la forma del cuadro, sino también por ir a comprar las telas con las que quiero expresar lo que quiero".
Eso implica elegir tonalidades, estampados, texturas para "conseguir expresarte y que la persona que lo vea entienda lo que tú quieres".
Una técnica con la que Elixabete Mendibe ha conseguido dar volumen y relieve a sus cuadros. "Pintar con la tela supone superponer telas sobre telas; una tela sola no dice nada por sí misma, necesita la proximidad de otra, algo que le haga resaltar", explica. Además, siempre hay algún punto del cuadro que se buscar resaltar más, por ejemplo una ceja de Frida, y ahí se colocan más telas y eso hace que salga relieve. "El cuadro coge sustancia y transmite más", asegura.
Por cierto que se surte siempre en la misma tienda. "Me conocen y me dejan hacer lo que quiero; me deja elegir, sacar, desmoronar, aunque luego lo ordeno de nuevo". La propietaria, además, es una persona que "me enseña telas, me habla de los diseñadores, de los fabricantes y me hace ser un poco más conocedora de este mundo".
Mendibe siempre ha trabajado con la técnica de las telas. "Me ha gustado de siempre dibujar con tizas, más con la mano más que con pincel, pero realmente es ahora cuando creo que transmito que estoy contenta con lo que hago, con lo que me sale". Y es que lleva unos 10 años trabajando en esto, y de cara al futuro quiere seguir ahondando en esta técnica.
"Quiero seguir profundizando en este tema, quitando miedos y a base de trabajar mucho, para mejorar. Hay mucho que mejorar en todo", asegura.
