SAN ANTÓN

Los cordobeses cumplen con la tradición de bendecir a sus animales por San Antón

Los perros fueron mayoría, aunque también se pudo ver algún pájaro y un conejo que recibía la bendición por tercer año

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photo_camera La decana de la Facultad de Veterinaria explicó el origen de la tradición de la bendición de animales

Unas 30 mascotas, la mayoría perros, aunque también algún pájaro y un conejo, recibieron hoy en el Zoo la tradicional bendición por el día de San Anton de la mano del párroco de la Pastoral Universitaria Juan Carlos García Jarama, dijo que tras la naturaleza se adivina a Dios.

La decana de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, Rosario Moyano, promotora del acto, resaltó que hacer esta actividad en el Zoo, un lugar dedicado al cuidado, la protección, la educación y la formación sobre el mundo animal "es un aspecto muy importante" puesto que se quiere aprovechar la ocasión para incidir en la importancia del cuidado de los animales y la responsabilidad de los propietarios sobre sus mascotas, además de promover el bienestar animal.

En el mismo sentido se expresó el director del Zoo, Manuel Rojo, que resaltó además la intensa relación del Zoológico con la Facultad, que se materializa en colaboración para la realización de prácticas de los alumnos de Veterinaria, investigación, asistencia clínica y quirúrgica, necropsias y cursos, entre otras cuestiones.

Larga tradición

La Facultad de Veterinaria de Córdoba lleva décadas celebrando la bendición de animales el día de San Anton, antes en su sede de la avenida de Medina Azahara, en el actual Rectorado, y desde hace unos años en el Zoo.

Moyano explicó que el origen de esta tradición es muy antiguo. San Anton fue un hombre que vivió en Egipto en la mitad del siglo III y que pertenecía a una familia adinerada. Tras la muerte de su padre vendió todas sus posesiones y las repartió entre los pobres y se retiró a un monasterio en el desierto donde desarrolló su amor por la naturaleza y especialmente por los animales, de ahí que se le considere el patrón de los animales.

Este año se han visto mayoritariamente perros, muchos de ellos veteranos, aunque también había algún que otro cachorro que recibía la bendición por primera vez. Junto a los perros, algunos pájaros y un conejo que por tercer año recibía el agua bendita en brazos de su dueña.

Es el amor de los propietarios a sus mascotas, el deseo de que estén muchos años en su compañía y de que gocen de la protección divina lo que impulsa a muchas personas a pedir la bendición para sus animales. Este año, además, recibieron un regalo cortesía de Royal Canin y participaron en el sorteo de una enciclopedia canina.