CIENCIA E INVESTIGACIÓN

¿Quieres conocer un poco más sobre las vacunas contra la Covid-19?

El catedrático del área de Biología Celular Guillermo López Lluch asegura que las vacunas actuales conferirán inmunidad suficiente para reducir la gravedad de la enfermedad y cuando lleguen las vacunas más completas se podrá dar una dosis de recuerdo con éstas para aumentar la inmunidad hasta los máximos niveles
El invesytigador cordobés Guillermo López Lluch
photo_camera El investigador cordobés Guillermo López Lluch

En breve se cumplirá un año de la incidencia de la Covid-19 en España y ya hay bastantes cosas que se pueden decir de este 'bicho' gracias al trabajo de la ciencia. Si al comienzo de la pandemia se trataba de intentar saber quién era el Coronavirus y la enfermedad SARS-CoV-2 que provoca, ahora se trata de desvelar algo más sobre las vacunas que se están ya suministrando a los grupos de riesgo y que es despejar que cuanto antes nos las suministren a los que tenemos algo de cerebro y reconocemos el peligro que puede suponer esta situación.

Para ello, de nuevo contamos con el catedrático del área de Biología Celular en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla Guillermo López Lluch, capaz de explicar con palabras lo más llanas posibles, (para los que necesitamos saber las cosas como si fu´meramos niños de tres años), los últimos conocimientos que tiene la ciencia al respecto.

¿Cuáles son los síntomas que se conocen como seguros de sufrir de Covid?

Los síntomas varían mucho entre personas, pero parece que queda claro que la pérdida de olfato (anosmia), la tos seca y la fiebre son una combinación clara de sufrir COVID /el catedrático considera que la forma correcta de escribir el nombre es con todas mayúsculas y así se lo respetamos). Luego hay otros síntomas que confunden mucho con otras enfermedades, como son los problemas gástricos, malestar general, y un síntoma que se ha notificado recientemente como es la aparición de llagas en la lengua.

¿Qué secuelas se sabe ya que puede arrastrar haber pasado la enfermedad?

El abanico de secuelas es muy amplio. La más preocupante es la que se conoce ya como COVID persistente en la que los síntomas de malestar general, problemas neuronales y debilidad muscular persisten durante meses tras la infección. Otra de las secuelas es la fibrosis pulmonar que puede seguir a la inflamación en el pulmón o neumonía y que puede persistir durante años. Además, tenemos los casos de coagulopatías que pueden aparecer semanas después del alta médica y que han provocado no pocas defunciones.

Otra de las secuelas más complejas consiste en una serie de problemas neuronales de difícil clasificación que van desde la descoordinación, la pérdida de memoria o de habilidades y la debilidad general. 

Conforme pasa el tiempo las secuelas que se están descubriendo se van diversificando. Aún no se tiene claro si son secuelas directas o producto de todos los desequilibrios que se producen por la inflamación aguda causada por la infección. La tormenta de citoquinas provocada por la infección puede causar múltiples problemas fisiológicos a todos los niveles.

¿Las secuelas son para siempre?

Aún es pronto para decir cuánto pueden durar las secuelas, ya que tan sólo han pasado unos meses desde los primeros contagios. Los organismos sanitarios de casi todo el mundo ya han comenzado a realizar seguimiento y es muy posible que haya casos en los que la recuperación sea rápida y otros que duren años. Todo dependerá de capacidad de renovación y reparación de los tejidos y órganos de la persona que ha sufrido la COVID.

¿No es posible tener una dosis de una vacuna y una segunda dosis de otra?

Depende del contenido de la vacuna. De hecho, ya se ha propuesto para algunas de las vacunas que están comenzando a ser aprobadas. 

Si ambas vacunas contienen los mismos antígenos o combinación de antígenos o el mismo genoma que produciría los mismos antígenos, no habría problema alguno. Pero si son muy diferentes puede que la estrategia no sea la más adecuada.

El sistema inmunológico responde específicamente a los antígenos y si una vacuna tiene unos y otra otros, aunque sean del mismo virus, la respuesta a la segunda vacuna no será efectiva, sería como una primera vacunación. Habríamos recibido dos primeras vacunas contra diferentes antígenos de un mismo virus.

¿Las vacunas son tan diferentes unas de otras?

Las vacunas actuales no, no lo son. Pfizer, Moderna y Astrazeneca basan su estrategia en la introducción de parte del genoma del virus, que es ARN mensajero, en las células. La diferencia está en que Pfizer y Moderna usan una estrategia para introducirlo en las células diferente a la de Astrazeneca o la de Johnson and Johnson, ya que las dos primeras usan unas partículas de grasa (liposomas) mientras que estas últimas utilizan un virus modificado, un adenovirus, que provoca catarro, que contiene parte del genoma del Coronavirus. Otras estrategias utilizan Coronavirus inactivado o atenuado, pero ésas tardarán más en llegar por su complejidad.

¿Las hay que son mejores que otras? ¿Por qué?

Cuantos más antígenos del virus presenten las vacunas, más efectivas serán. Lo más seguro es que las vacunas basadas en virus atenuados sean las que provoquen una respuesta inmunológica más completa e incluyan la inducción de IgA, una inmunoglobulina que se secreta en las mucosidades y que evitaría que el virus pudiese infectar a las células en garganta y pulmones entorpeciendo enormemente su proliferación.

Algunas vacunas están utilizando esta estrategia, pero necesitan de un proceso de estudio y de fabricación mucho más lento que las actuales basadas en el ARN mensajero que codifica para una proteína específica del virus. No obstante, cuando comiencen a producirse, las vacunas de virus inactivado serán las más efectivas.

¿Eso significa que los que se vayan a vacunar de esa vacuna determinada estarán mejor protegidos que los otros?

Antes de contestar debería aclarar que la respuesta inmunológica depende de cada persona. Ningún fármaco, pero especialmente las vacunas, produce el mismo efecto en todas las personas, siempre hay diferencias. Las vacunas actuales van a conferir inmunidad suficiente como para ir reduciendo la gravedad de la enfermedad que causa la infección.

Es muy posible que cuando lleguen las vacunas más completas se les pueda dar una dosis de recuerdo con éstas para aumentar la inmunidad hasta los máximos niveles posibles. Pero no hay que olvidar que esos niveles dependen de cada uno de nosotros. 

¿Habría vacunados de primera y de segunda o tercera?

No creo que haya vacunados de diferentes grados a no ser que comparemos países de Europa y Norteamérica con otros países que necesitarán mucho para recibir las vacunas. Está muy claro que las vacunas van a llegar antes a los países del Norte del mundo. 

A nivel de vacunados en nuestro país, simplemente habrá vacunados con mayor respuesta o con menor respuesta.

En este momento, el objetivo es parar los contagios y los casos más graves y en un futuro no muy lejano la estrategia será aumentar la inmunidad lo más posible para que los casos graves sean únicamente aquéllos que, por su biología, no respondan bien ni al patógeno ni a la vacuna.

No se nos olvide que en personas mayores hasta la gripe causa alta mortandad, mientras que a los demás no la provoca; eso depende de su sistema inmunológico que, a edades avanzadas, puede funcionar de forma deficiente. 

¿Se puede revertir eso de alguna manera?

Ahora mismo la estrategia es proteger cuanto antes al mayor número de personas posible. Con el tiempo se irán imponiendo las vacunas con mayor eficacia y mayor protección, pero es muy posible que sólo sean necesarias para las personas con mayor probabilidad de sufrir una enfermedad más grave.

No se nos olvide que una cosa es la infección que puede provocar una respuesta asintomática o como un leve catarro y otra cosa es la enfermedad que es cuando la respuesta frente al patógeno da lugar a síntomas claros que producen problemas fisiológicos de severos a muy graves e incluso la muerte.

¿Cuántas vacunas hay y cuántas se están preparando?

Incluyendo las ya aprobadas, actualmente hay una decena aproximadamente que están terminando los estudios clínicos o los han terminado. En fase previa, lo que conocemos como preclínica y que supone estudios tanto en células como en animales, son varias decenas, aunque hay algunas que ya se han retirado por no haber demostrado eficacia.

Es muy posible que en pocas semanas dispongamos ya de una decena de diferentes vacunas que ya hayan pasado los estudios clínicos y que estén a disposición para la población.

¿Las últimas que van saliendo son mejores que las anteriores?

No tienen por qué ser mejores, aunque, como he comentado, algunas vacunas producen respuestas inmunológicas más completas que otras. El objetivo inicial es tener disponible una vacuna que sea suficientemente efectiva como para proteger a la mayor parte de la población y, con el tiempo, ir utilizando vacunas más completas para los casos más específicos. 

No debemos olvidar que la propia biología va a crear inmunidad frente al virus con el tiempo. Los niños y las personas jóvenes que se hayan infectado o se infecten pasarán la infección con síntomas más benignos y quedarán inmunizados de forma natural. Cuando vayan madurando y envejeciendo, esa inmunidad les protegerá frente a los nuevos contagios. Eso es lo que hacen las vacunas que recibimos cuando niños, inmunizarnos para protegernos de los virus sin sufrir la enfermedad que provocan. No se nos olvide que los virus están ahí y que somos resistentes a ellos gracias a la inmunidad. 

¿Es mejor esperar a que salgan las últimas, entonces?

No, rotundamente no. Es mejor una inmunidad incompleta que no tener inmunidad alguna. Por muy incompleta que sea la inmunidad siempre protegerá contra el virus. Las vacunas que se están utilizando actualmente producen tanto anticuerpos como células activadas contra el virus, los linfocitos T.

Estudios previos ya mostraron que personas inmunizadas contra Coronavirus humanos, que provocan resfriados, presentaban cierta inmunidad frente al SARS-CoV-2 debido a la similitud de algunas proteínas de éste con los Coronavirus humanos. Podemos pensar lógicamente que si esto ya ocurre de forma natural, la respuesta generada por las vacunas será más potente y más directa.