PARA UN AFORO DE 700 PLAZAS

El concierto 'estrella' del Festival de Piano rabasa sus expectativas con 2.000 solicitudes previas

Por vez primera actúa en Andalucía la Orquesta de Cámara de Viena tanto en Jaén como en la Mezquita-Catedral de Córdoba
María Dolores Gaitán, en la presentación del Festival
photo_camera María Dolores Gaitán, en la presentación del Festival

La prestigiosa Orquesta de Cámara de Viena no actúa en cualquier sitio. Es más, tiene una lista de espera para acudir a festivales de cinco años vista y, además, es de las que mira con lupa los lugares y eventos donde se les invita a tocar, porque son bastante exquisitos en esa materia.

Pues bien, el Festival Internacional de Piano (FIP) Guadalquivir, que este año más que nunca es entre dos aguas, cuenta con la suficiente calidad como para llamar la atención de los bávaros y haber aceptado deleitar a Jaén (día 25 de septiembre, a las 21.00 horas) y Córdoba (día 26 de septiembre, a las 20.30 horas) con sendos conciertos, bajo la batuta del violinista Mario Hossen y con la villarrense María Dolores Gaitán al piano. El hecho de que sea en el marco de la Mezquita-Catedral, cedida para la ocasión por el Cabildo, también ha servido de aliciente.

Un evento que tiene lugar por vez primera en Andalucía y que ya ha despertado tal interés que en Córdoba se va a hacer todo lo imposible por conseguir una entrada. La propia directora del Festival, María Dolores Gaitán, ha avanzado que han recibido más de 2.000 solicitudes de entradas antes incluso de que salgan al público el próximo lunes, día 6, a partir de las 10.00 horas, a través de la web www.fipguadalquivir.org.

Una cuestión que no tendría una importancia mayor si no fuera porque el aforo es de 700 plazas, de las que sólo 400 tienen una buena visibilidad. En Jaén el concierto será en el Teatro Infanta Leonor, con un precio de 30 euros. La organización ha optado por establecer en el Palacio de Viana un punto de recogida para las entradas físicas el 14, 15 y 16 septiembre y habrá una repesca para poner a disposición de otros interesados las entradas que no sean recogidas esos días.

Pero no es el único aliciente del Festival. Como es habitual, se invita a la comunión entre la música y otras artes y disciplinas. El FIP Gualdaquivir invita a descubrir las infinitas posibilidades que el piano alberga, desde sonidos ancestrales con su antecesor, la Sinfonya, hasta la amalgama exótica con otras artes como es la gastronomía, protagonizadas por el chef dos estrellas Michelín Paco Morales, la artesanía de Cerámicas San José, el Flamenco como Patrimonio de la Humanidad ligado al piano de Juan Antonio Sánchez, la oftalmología y medicina en la música con el pianista ciego Ignasi Terraza y la posibilidad de aprender nuevos lenguajes entre el clásico y el tango de la mano de alumnos directos del famoso Astor Piazzola, entre otros.

No se olvida tampoco el Festival de su compromiso social. En esta edición, el FIP Guadalquivir reconoce la labor de la Escuela de Flamenco Nuestra Señora de la Piedad, cuyo objetivo general es la formación en el arte del flamenco de la población que reside en el barrio de Las Palmeras con la finalidad de su desarrollo intelectual y acceso al mercado laboral en un futuro. En esta ocasión el Festival aporta nuevas metas introduciendo a dicho colectivo en el mundo de la música clásica a través del Fandango de Antonio Soler.

Según ha expuesto la directora, la idea es que el Festival acabe siendo todo un referente musical en el mundo demostrando que el piano en todas su versiones de la música clásica está de moda y así hay que reivindicarlo. "Otro punto muy importante es que queremos que Córdoba sea no solamente patrimonio a nivel arquitectónico, emblemático, que es una maravilla, sino también a nivel musical y que cree tendencia no solamente a nivel local, sino a nivel internacional", ha añadido.