MÚSICA CLÁSICA Y CULTURA

El comité de empresa de la Orquesta avisa que la Junta debe ya cerca de 1,5 millones de euros

Su presidenta, Laura Llorca, desvela en jun comunicado la situación real de esta formación musical profesional y advierte que "puede morir de inanición"
La Orquesta bajo la dirección de Lucía Marín
photo_camera La Orquesta bajo la dirección de Lucía Marín

La presidenta del comité de empresa de la Orquesta de Córdoba y flautista en esa formación profesional, Laura Llorca, ha lamentado en un escrito público, la mala situación en la que se encuentra la Orquesta, con una deuda por parte de la Junta de Andalucía de casi 1,5 millones de euros, por no haber aportado toda la parte correspondiente al convenio y que tiene que igualar al dinero que aporta el Ayuntamiento de la capital.

Según ese escrito, la Orquesta de Córdoba "siempre ha sido una orquesta modesta", desde su creación, porque así se la concibió desde las administraciones. Pero eso no impide que la "inmensa mayoría de los directores que pasan por ella queden encantados con la calidad artística y humana de sus músicos y su personal técnico".

Sin embargo, a la hora de ofrecer una titularidad se sopesan las condiciones económicas, logísticas, y se encuentran con que aquí, en Córdoba, una ciudad que pretende convertirse en ciudad cultural, "no pueden realizar su proyecto artístico, y por tanto, terminan desistiendo". Por tanto, "no sólo se esfuman directores y solistas, sino también los gerentes, que encuentran en otros trabajos mejores condiciones".

En palabras de Llorca, la ciudadanía cordobesa "nunca ha tenido la oportunidad de escuchar a su Orquesta como sonaría de verdad, con una acústica decente, porque en Córdoba no existe ningún espacio adecuado para la música clásica". Tampoco pueden venir a la orquesta solistas de primera fila, como sí ocurre en otras formaciones andaluzas, u otros eventos musicales cordobeses, "porque no hay fondos para sostener esos cachés". 

Y es que la Orquesta de Córdoba sigue, después de 30 años, sin sede propia, lo que significa estar supeditada siempre a las necesidades del IMAE, sin espacio para el estudio, actividades o almacenaje, y con las oficinas en unas dependencias cedidas por la Universidad de Córdoba, que son insuficientes.

A todo esto se suma otro problema más, y es que la Orquesta cuenta con funcionarios del Ayuntamiento de los que se jubilaron tres, "lo que significa que esos tres sueldos que antes aportaba directamente el Consistorio, ahora salen del presupuesto del Consorcio". 

De igual modo, llevan casi una década con el mismo vestuario sin renovarlo, año tras año con negativas sobre este asunto por falta de recursos. "Nos vemos obligados a abordar obras de envergadura con una plantilla muy pequeña", ha añadido, para especificar que "tenemos 14 plazas vacantes en un colectivo de 59 trabajadores, lo que significa cerca de un cuarto del personal.

"Con esto, desde la oficina y desde la Orquesta se hace casi magia para que salgan las cosas adelante, y a costa siempre del desgaste y la salud del personal; por no decir los precarios contratos que se ofrece a los refuerzos y sustituciones".

Pero además de que la plantilla es demasiado reducida, demasiado, las administraciones no aportan ni siquiera la cantidad necesaria para pagar las nóminas. Esto significa que el resto lo tiene que ganar con venta de entradas y con contrataciones adicionales. Afortunadamente han aumentado los abonos, pero con las contrataciones entran pocas cantidades y requieren demasiadas veces actuar con temperaturas y condiciones extremas que ponen en peligro los instrumentos, la salud de los músicos y la calidad artística. 

Para agravar más todavía la situación, en los últimos años las aportaciones de la Administración autonómica "han sido consistentemente inferiores a las del Ayuntamiento, a pesar de que las dos administraciones que conforman el Consorcio deberían hacerlo al 50% según sus estatutos". Por ello la sindicalista ha indicado que es "flagrante el descuido de Córdoba desde la Junta", y "para que una ciudad sea cultural, no puede faltar la música clásica".

Laura Llorca ha advertido que "si no se reacciona, la Orquesta de Córdoba puede morir por inanición".