Todos los años por estas fechas resulta imprescindible anunciar la inminente apertura de los cines de verano cordobesas, que el año pasado no pudieron abrirse al público, salvo el Fuenseca, por culpa de la pandemia sanitaria mundial. En esta ocasión, el empresario de Esplendor Cinemas, Martín Cañuelo, ha señalado hoy que se están poniendo a punto "todos los cines" para poder abrirse, a ser posible, antes de que finalice el presente mes de junio.
"Alguno de ellos a ver si lo podemos abrir incluso en torno al día 20", ha puntualizado Cañuelo, si bien eso va a depender de la situación, las vacunaciones y las medidas que se impongan desde las administraciones. Porque a día de hoy los cines tienen que estar cerrados a las 00.00 horas y con eso "no cubrimos ni la primera sesión con una película medianamente larga".
Esos espacios son Olimpia, Fuenseca, Coliseo San Andrés y Delicias y mañana, martes, está prevista la presencia de un técnico procedente de Madrid para poner a punto los proyectores digitales con los que ya cuentan estos cines para una mayor calidad en la proyección, de modo que "para la semana que viene ya tendfremos más seguridad a la hora de afinar una fecha".
La novedad este año va a estar en la programación que incluirá la proyecciópn de trabajos de cimeastas de la tierra, léase andaluces y cordobeses, con presentación y presencia por parte de estos jóvenes creadores que se abren paso en esta industria tan difícil. Es de esperar que por aquí se paseen Gerrado Olivares, Francisco Javier Gutiérrez, Iván Molina, Álex Sereno, Edgar Burgos, Juan Antonio Chavero o Guillermo Rojas. Todos ellos tienen papeletas para entrar dentro de esa programación.
Y es que, a pesar de las dificultades por las que están pasando las salas de proyección de cine, por el miedo que hay todavía a los efectos de la pandemia, por los nuevos hábitos de consumo basados en las plataformas digitales de audiovisual y el hecho de que las producciones últimamente no son de una excelente calidad precisamente, la tradición del cine de veranbo en Córdoba tiene mucho arraigo en la capital y eso de poder comerse una pipas al aire libre, donde hay mucha más seguridad, con hasta cuatro o cinco grados menos que en el exterior es algo muy esperado y deseable.
