PATRIMONIO HISTÓRICO

La calleja olvidada de la calle Santa Marta vuelve a la vida gracias a una reforma

Una empresa hotelera ya está trabajando en el lugar, y la calleja mantendrá su aspecto pero lucirá perfecta
Calleja morisca de la calle Santa Marta 11, fotos de Fernando Cazalla publicadas en el grupo de Facebook 'Córdoba antigua'
photo_camera Calleja morisca de la calle Santa Marta 11, fotos de Fernando Cazalla publicadas en el grupo de Facebook 'Córdoba antigua'

La calleja morisca situada en la calle Santa Marta número 11, y que se encontraba en muy mal estado de conservación, contará con una reforma a cargo de una empresa hotelera que ya está trabajando en el lugar. Como ha confirmado la Junta de Andalucía, la calleja mostrará el aspecto que tenía, dándose a conocer a la ciudadanía gracias a un futuro establecimiento. 

Esas obras ya han empezado y la calleja ha tenido un pequeño cambio para mejor, como se puede comprobar al comparar las realizadas recientemente por Fernando Cazalla  (publicadas en el grupo de Facebook 'Córdoba antigua') y las de su "descubrimiento" por parte de Manuel Ramos, lo que contó con una artículo en la prensa local y posteriormente este texto del popular blog 'Notas cordobesas', de Paco Muñoz, basándose el en "descubrimiento" de Ramos.

Y colocamos ese insistente "descubrimiento" entre comillas porque como es lógico la calleja estaba ahí, pero fuera de la vista de los cordobeses y olvidada. Ramos la encontró al estar trabajando en la casa de al lado para el segundo tomo de su obra 'Casas señoriales de Córdoba'. El lugar se encontraba francamente deteriorado y en una propiedad cerrada.

"Son callejas que tienen su raíz en la Córdoba tardo-islámica, al final del califato o en la ciudad almohade o almorávide, o bien de tiempos cristianos, a partir de la conquista, pero pertenecientes al mudéjar por su construcción basada en las enseñanzas de los andalusíes", ha explicado el que también es responsable de la Casa de las Cabezas e impulsor del Festival de las Callejas. "Ese tipo de callejas, en tiempo de los musulmanes, se conocía con el nombre de adarves, que procede del término arábigo darv, que entre otras cosas significa barrera, de ahí que cuando los cristianos conquistan Córdoba denominan callejas-barrera o barrera a esas callejas". 

Estas callejas se definen por su estrechez y porque no conducen a ningún lado. ¿Por qué había tantísimas en Córdoba? "Porque por el carácter musulmán no tenían fachadas a la calle y accedían a las viviendas por ese tipo de pasajes; hoy en día el equivalente serían los pasajes privados". En cierto modo, como continúa explicando Ramos, "el hogar empezaba ahí, no eran un elemento público". De hecho el callejón tiene habitaciones encima de los arcos, algo que se puede ver en otras callejas de Córdoba, como Toril, que desemboca en la Corredera.

Muchas de estas callejas fueron cerradas, algunas hace siglos, conforme se hacían fachadas al exterior, quedando dentro de las viviendas. Antaño todas tenían puerta a la calla principal. En cualquier caso conservan la estructura original.

Y esta no es la única calleja "descubierta" por  Ramos. Dentro de nada dará cuenta de un nuevo hallazgo. Como mínimo: "esto es como un cargador de balas, van a ir saliendo una tras otra", bromea. De momento no se puede adelantar nada.

Festival de las Callejas

Manuel Ramos fue el impulsor del Festival de las Callejas, truncado por el impago de la anterior corporación municipal con Isabel Ambrosio como alcaldesa (el pasado septiembre los tribunales daban la razón al demandante). Destaca el gran número de ellas, pues llegaron a catalogar 200 en Córdoba "cuando en Toledo hay poco más de 50".

Con respecto a la actual corporación municipal cree que es imposible retomar el proyecto, pues el Consistorio no quiere reconocer la propiedad de los derechos acerca del festival, el mismo problema que hubo en la segunda edición y que terminó en juicio. "Nos levantamos de la mesa de negociación porque lo único que quiere el Ayuntamiento es quedarse con los derechos y luego externalizar, como está haciendo con el Festival de la Guitarra, a lo mejor nombrándome director si es que se pudiera". Ramos se considera propietario de ese producto turístico, al igual que el Memorial Diego López de Haro, "que tenía una proyección brutal y ha corrido la misma suerte".  

Para Ramos es una pena debido al patrimonio que suponen las callejas cordobesas: "Antes de la pandemia estábamos hablando de que la Judería está muy saturada, y era el mejor producto hecho hasta el momento para sacar a la gente de allí y hacerla llegar hasta San Lorenzo, un turista jamás había llegado hasta la calleja de los ciegos, al límite de la Avenida de Barcelona". Y  concluye: "el Ayuntamiento tendría que reflexionar y reconocer los derechos de propiedad privada no sólo de mi empresa, sino de cualquiera".