El Cabildo Catedral de Córdoba ha presentado este jueves el resultado de la restauración de los brazos norte y sur del crucero de la Catedral, que, con una inversión de 272.570 euros, costeada íntegramente por la institución capitular, ha llevado a cabo durante casi dos años, en los que se ha aplicado un tratamiento antixilófagos a las maderas para protegerlas de posibles agentes biológicos de deterioro.
Los arquitectos conservadores de la Mezquita-Catedral, Gabriel Ruiz Cabrero, Gabriel Rebollo Puig y Francisco Rebollo Píriz, acompañados del deán-presidente del Cabildo, Joaquín Alberto Nieva, han sido los encargados de dar cuenta del resultado de la restauración de los brazos del crucero de la Catedral, cuya construcción se desarrolló a lo largo de casi 100 años a partir de 1523, sucediéndose en su dirección como maestros mayores Hernán Ruiz I, Hernán Ruiz II y Juan de Ochoa.
Las bóvedas gótico-mudéjares de los brazos norte y sur del crucero, por su parte, fueron iniciadas por Hernán Ruiz II en 1561, terminándose en 1563, mientras que el remate final de la construcción se produce a comienzos del siglo XVII.
Las cubiertas de los brazos norte y sur, sobre las bóvedas nervadas del transepto, son simétricas respecto al eje de la capilla mayor de la Catedral. Cada una de ellas se resuelve mediante un tejado a tres aguas con dos limahoyas, concentrándose la evacuación de aguas en dos puntos. La cubierta queda parcialmente oculta por la caja muraria que cierra el crucero, emergiendo el faldón principal hasta su encuentro con el muro del cimborrio sin afectar a la ventana existente.
En su estado previo a la intervención, las dos cubiertas responden a las obras ejecutadas en los años noventa del siglo pasado, rehaciéndose entonces su estructura, reproduciendo la solución estructural, geometría, diseño y materiales.
Intervención actual
La intervención en estas cubiertas se ha planteado por el mal estado en que se encontraban. Existían claros signos de falta de estanqueidad que derivaban en humedades y pudrición de las maderas de las estructuras, además de favorecer las filtraciones hacia las bóvedas. Todo ello afectaba claramente a la integridad de ambas cubiertas y sus bóvedas, siendo preciso sustituir los elementos de madera que se encontraban en un grave estado de deterioro y eliminar las humedades que lo causaban.
El proyecto de restauración de la cubierta del brazo norte del crucero fue autorizado mediante Resolución de la Delegación Territorial de Cultura y Patrimonio Histórico de fecha 22 de diciembre de 2020, obteniendo posteriormente la licencia urbanística pertinente el día 3 de marzo de 2021 para el inicio de las operaciones, que se efectuaron entre los meses de mayo y diciembre de 2021.
Los trabajos fueron ejecutados por el equipo de obrería y mantenimiento del Cabildo Catedral, con la participación de las empresas especializadas, bajo la dirección y coordinación de los arquitectos conservadores del edificio Gabriel Ruiz Cabrero, Gabriel Rebollo Puig y Sebastián Herrero Romero.
Una vez concluidas estas tareas, se acometió el proyecto y ejecución de las reformas en el brazo sur. El proyecto de restauración de la cubierta del brazo sur del crucero fue autorizado mediante Resolución de fecha 12 de julio de 2022 y contó con licencia de la Gerencia Municipal de Urbanismo el día 4 de noviembre de 2022.
Las labores fueron dirigidas por los arquitectos Gabriel Ruiz Cabrero, Gabriel Rebollo Puig y Francisco Rebollo Píriz, y ejecutadas por la obrería del Cabildo. El desmonte de la cubierta se inició en noviembre de 2022 y la actuación se dio por rematada en mayo de 2022.
Las nuevas cubiertas se han ejecutado con idéntico sistema constructivo y materiales a los encontrados tras su desmontado, presentando una configuración y acabados similares a los anteriormente existentes.
LABOR RESTAURADORA
Del mismo modo, se ha aplicado un tratamiento antixilófagos a las maderas para protegerlas de posibles agentes biológicos de deterioro. Se ha prestado especial atención y cuidado en la impermeabilización bajo teja, colocándose láminas de plomo en los encuentros con los muros y entre los faldones, a fin de garantizar la estanqueidad requerida en caso de que la cobertura de teja fallase. Se han mejorado los accesos a las cubiertas y se ha posibilitado el registro de las mismas, para favorecer su inspección periódica y mejorar su vigilancia y conservación preventiva.
En paralelo a las obras, el Servicio de Arqueología del Cabildo Catedral ha realizado el control arqueológico y documentación de las estructuras, resultando relevante la identificación de un sistema de cubiertas anterior al existente, que difería en la cota, más baja, y en la configuración, con una distribución en forma de pabellón de cuatro faldones.
