DISTRITO CENTRO

Auténtico vintage de los 80' y los 90' sin imitaciones en la rompedora Juanita Calamidad

Miriam Toril Rodríguez en su establecimiento, Juanita Calamidad
Abierta hace tres meses en la Cuesta de la Espartería, de camino a La Corredera, con un ambiente gamberro, punk, noctámbulo, fresco y absolutamente musical

Suena de fondo Rock 'n' Roll y R&B clásicos (se nota la proximidad del Jazz Café). Nada más entrar en el local un retrato malencarado de la Hagen en blanco y negro fumando (sacrilegio) da la bienvenida a la clientela junto a una barra completamente almodovariana con taburetes de piel de leopardo.

Ambiente fresco, divertido, noctámbulo, transgresor, del Soho londinense, "muy punk" que se diría en la segunda mitad del XX. "Tendrías que haber venido de noche", interpela su propietaria, Miriam Toril Rodríguez, una cordobesa con aires europeos, que bien podría ser la representación actual de la Juanita Calamidad que da nombre al establecimiento. Y eso así porque cuando se va el sol las luces artificiales aportan al local un aire entre bareto urbanita, barbería moderna y tienda de ropa que dan ganas de pasar allí la noche con los amiguetes escuchando música y... No, bebiendo no, porque allí no se vende alcohol, pero se echa de menos. Lástima.

¿Que se puede encontrar en un local como Juanita Calamidad? Ropa. De segunda o tercera mano. De la original, auténtico vintage de finales de siglo que ha sido recuperado con esmero para darle una segunda oportunidad al paño y al cuerpo.

A uno se le va la vista con la decoración. Aquello era antes La Llavería y en su forma está igual, con ese gran balcón a modo de segundo piso que se asoma desde muy alto al interior del establecimiento. Y está lleno de vinilos de época (algunos incluso están a la venta en un cajón expuesto, aunque no son de la tienda propiamente dicha), de libros, radiocasetes, lámparas de lava, de recortes sobre pin ups de los años 50' y del techo colgando auténticos tambores de lavadora reconvertidos a lámparas. "Ésas sí que están a la venta", señala Miriam.

La tienda lleva abierta sólo tres meses y por el momento, por su ubicación, está teniendo sobre todo clientela 'guiri'. "Alemanes, chilenos, argentinos, que están acostumbrados a comprar ropa de segunda mano, aunque poco a poco empiezan a venir jóvenes cordobeses más concienciados con la ropa circular y con el medio ambiente".

Y es que confeccionar una camiseta requiere de varios litros de agua, y no digamos ya un pantalón vaquero. "Los que vengan se van a encontrar un concepto de ropa que respeta el entorno evitando gastos superfluos de agua en elaborar prendas nuevas; es el momento de reciclar nuestra ropa, algo que en lugares como Inglaterra se lleva haciendo décadas, pero también en Estados Unidos o Alemania".

De hecho, la ropa que se vende allí procede en su mayor parte del extranjero, donde hay un interesante mercado específico de la ropa de los 80' y de los 90' que genera cero contaminación". En España es un fenómeno relativamente nuevo, de no más de 10 años y se ha concentrado sobre todo en grandes urbes como Madrid o Barcelona, porque en España el concepto de vestir de segunda mano sigue siendo como 'de pobres' y aquí gusta mucho aparentar y tirar lo que ya es viejo.

Su entrada en el negocio de la ropa ochentera real no fue algo pensado ni premeditado. Llevaba trabajando en una empresa la friolera de 21 años, pero "llega un momento en que tienes una edad y te dices, voy a abrir algo para mí y ser mi propia jefa". Pero concretamente una tienda vintage "no era algo que tuviera en mente". Eso sí, "me llamaba la atención, porque la había visto en Barcelona, Madrid, Londres y sencillamente me ha parecido bien ponerlo en marcha aquí". Hasta el punto que no sería descabellado decir que es pionera en Córdoba.

Y hay un poco de todo. Desde vaqueros de varias marcas por 25 euros a chaquetas vaqueras Levy's, donde le pegan parches desde los Who y los Jam, pasando por Iron Maiden, Kiss o Motörhead, sin dejar atrás al eterno Elvis y Eddie Cochran o a Madness y The Specials, a 29 euros. Hay abundancia de multicolor ropa deportiva que se ha vuelto a poner de moda ahora y chaquetones militares germanos o camisas de todo tipo. "Te puedes encontrar cosas del año 2000 a los años 80", asegura la propietaria.

¿Y por qué Juanita Calamidad? Uno escucha el nombre y enseguida le viene a la mente el dibujo de Morris de Calamity Jane en compañía de Lucky Luke. Pero no es un personaje de cómic; fue real, una aventurera de amistades peligrosas, como Wild Bill Hickok, y que, según Miriam, bien pudo haber sido de las primeras feministas que hubo. "Hacía lo que le daba la gana y amiga de personajes un tanto curiosos".

Parte de la personalidad del local viene de la mano del diseñador cordobés Pedro Peinado, "bastante famoso en la ciudad", quien elaboró su idea original pensado exclusivamente para el local.