Entre lunares, colores y 'gitaneo'

Aún no ha pasado Semana Santa y Córdoba ya piensa en lunares y farolillos

La popular tienda de trajes de gitana de la diseñadora Micaela Villa abre sus puertas en la capital cordobesa, presentando las últimas tendencias en esta moda

Volantes de gitana
photo_camera Volantes de gitana

El frío no se ha ido, la lluvia y el viento entrar con fuerza en Córdoba, ya empieza a oler a incienso en las calles de ciudad y los caracoles ya han sacado sus cuernos al sol. Este tiempo en la capital cordobesa, desde luego, es de locos, y, por si fuera poco, entre toda esta vorágine comienzan a aparecer los primeros volantes de la temporada que anuncian que ya queda muy poquito para que Córdoba se vista de flamenca y el color y la algarabía de nuestro popular mes de mayo están a la vuelta de la esquina. 

Los escaparates, útiles pregoneros de las fiestas, poco a poco van luciendo las últimas tendencias, los pendientes colgados de los stand, de mil colores; las flores, con su mezcla de tonalidades y los lunares van adquiriendo protagonismo. Precisamente, entre estos establecimientos este año se une a la fiesta de los previos una tienda más: Micaela Villa, que ha abierto un establecimiento en la capital cordobesa. 

Desde Sevilla, y Huelva, cunas del arte flamenco y los diseños más vanguardistas de este estilo llegan a Córdoba para mostrar "un traje para cada figura y estilo". Así, son multitud de tejidos, de colores, diseños, tallas, combinaciones y variaciones posibles los que presentan ante sus clientas "para que logres encontrar tu traje exclusivo sin que ello te suponga un gasto excesivo".

Micaela Villa

Y, desde luego, Micaela Villa sabe donde asistir para promocionar su moda flamenca. Así, el próximo día 10 de marzo, en la casa hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Córdoba celebrarán un desfile de moda en el que colaborarán hermanas de esta corporación cordobesa. 

Así es, Córdoba ya se viste para todo lo que viene y lo hace flamenca y con ganas, a pesar de que el tiempo, hoy por hoy, no acompañe. Quién sabe, tal vez cuando el cielo vea que las cordobesas ya están preparando sus volantes, flores, peinetas y mantoncillos se abra y el sol vuelva a salir en la capital.