Ara malician, el mago del violín, volverá a pisar tierras cordobesas. Será el próximo día 15 de septiembre, en el Teatro de La Axerquía, para presentar su espectáculo 'La Increíble Gira del Violín'. Será a las 22.00 horas, con un precio de entrada de 30 euros.
La última vez que estuvo en tierras cordobesas fue en Palma del Río, en el Teatro Coliseo, en noviembre de 2016, donde cosechó un gran éxito de público, al igual que ocurrió en la capital cordobesa, justo un año antes en el Gran Teatro, así como en Priego de Córdoba, en la Fuente del Rey, en agosto pasado, dentro del Festival Internacional de Música, Teatro y Danza. En todas esas ocasiones acudió para ofrecer su espectáculo 'Ara 15', en conmemoración de sus primeros quince años viviendo en este país.
Ahora, tras dos largos años de gira con 'Ara 15', en la que Malikian desgranaba su biografía vital y musical, ahora es el violín quien inspira al músico un nuevo repertorio recogido en el disco homónimo, y donde el protagonista es su violín.
Desde los tres años
Un instrumento que nació en Módena y viajó hasta al Líbano para encontrarse con un pequeño Ara de tres años, al que su padre, también violinista, enseñó a tocar, y del que ya no se separaría. Juntos descubrirían a Paganini y juntos viajarían a lo largo de los años por todos los géneros musicales que iban aprendiendo allá donde paraban. Viajar, oír, fusionar, así hasta llegar al rock y la música pop.
Ara Malikian es, sin duda, uno de los más brillantes y expresivos violinistas de su generación. Poseedor de un estilo propio, forjado a partir de sus orígenes y ricas vivencias musicales, su violín se alza como una de las voces más originales e innovadoras del panorama musical. Galardonado con los premios más prestigiosos a nivel mundial, realiza más de 450 funciones anuales en más de 40 países.
Una inagotable inquietud musical y humana han llevado a Ara Malikian a profundizar en sus propias raíces armenias y asimilar la música de culturas del Medio Oriente (árabe y judía), Centro Europa (gitana y kletzmer), Argentina (tango) y España (flamenco), todo ello dentro de un lenguaje muy personal con el virtuosismo y la expresividad de la gran tradición clásica europea.
