MODIFICA LA PROPIA HISTORIA DEL MONUMENTO

Las obras en El Alcázar sacan a la luz un acceso desde el Guadalquivir a un antiguo palacio almohade

El hallazgo modifica por completo la visión que había del mundo islámico cordobés, ya que se pensaba que tras los Omeyas no hubo ninguna gran obra arquitectónica más
Puerta barroca del lienzo Sur de El Alcázar
photo_camera Puerta barroca del lienzo Sur de El Alcázar

Es posible que alguien se haya preguntado el motivo por el que las obras de mejora de la accesibilidad de El Alcázar de los Reyes Cristianos se hayan retrasado un poco. Pues bien, la causa es la aparición de un elemento, una puerta monumental de herradura, que cambia por completo el concepto que teníamos del momumento y demuestra que éste forma parte de un gran complejo almohade del último tercio del Siglo XII situado sobre todo lo romano previo.

Según ha explicado esta mañana el arqueólogo jefe de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Juan Murillo, en su momento se realizaron unas catas en el llamado Patio de Mujeres, por lo que "se sabía que había una fase islámica muy importante de época almohade", y que finalmente han dado la cara al ir desmontando y eliminando elementos de escaso valor y que alteraban la originalidad del edificio.

"El crucero o patio almohade era de representación con dos grandes salones, uno Norte y otro Sur, y, además, tenía un baño o hamman; era algo similar al Alcázar de Sevilla"

Así, la llamada portada barroca, que nace de una transformación realizada a finales del XVIII en el lienzo Sur estaba enmascarando una "portada almohade de un valor incalculable", y eso, en palabras del experto, "demuestra que lo que conocemos como Alcázar Cristiano en realidad era una parta de la alcazaba almohade". Es decir, un gran complejo del XII, "que era muy superior a lo que incluso había sido el propio Alcázar Omeya".

Interior de El Alcázar visto desde el acceso Sur por la puerta barroca
Interior de El Alcázar visto desde el acceso Sur por la puerta barroca

Según ha indicado Murillo, "siempre se había pensado que en Córdoba, después de los Omeyas, no había habido ningún gran programa urbanístico y mucho menos arquitectónico, sin embargo en el último tercio del XII hubo un gran programa arquitectónico del que forma parte este elemento".

El hallazgo permite una serie de certezas: Que la portada barroca modificaba un gran arco de aparato, es decir monumental, de época almohade a la que se accedía desde el río y que el Alcázar que conocemos es una parte de un edificio anterior que había sido ocupado por los almohades.

De igual modo, las actuaciones han permitido documentar otra puerta con su correspondiente arco de herradura que ya es, de hecho, visible, al haberse retirado los andamios en esa parte, y que comunicaba el Patio Morisco o Mudéjar con el jardín que había allí a través de una escalinata. El arqueólogo ha dado a entender que ese patio deberá modificarse de nombre, ya que "no es ni morisco ni mudéjar, sino que era un crucero almohade".

De ese modo, quizá haya que denominarlo desde ahora Patio Almohade.

"En el último tercio del Siglo XII hubo se dio un gran programa arquitectónico del que forma parte la puerta monumental localizada"

Todas estas cuestiones obligaron a modificar los planteamientos iniciales para las obras de mejora de la accesibilidad. Así, en un principio se preveía mantener una bóveda barroca que había sido transformada a finales del Siglo XIX, cuando el recinto pasó a ser prisión. "Y fue al desmontar esas bóvedas de la prisión cuando vimos hemos visto los elementos de ese arco de herradura almohade".

Interior de El Alcázar visto desde el acceso Sur por la puerta barroca
Interior de El Alcázar visto desde el acceso Sur por la puerta barroca

Evidentemente van quedar visibles ambos elementos: La portada barroca y la almohade. "Vamos a tener una portada que va a ser como un Jano Bifronte" (el dios de las dos caras), porque por el exterior estará la puerta barroca y en el interior, la almohade.

"Precisamente, tratar de compatibilizar ambos elementos de una manera elegante, fina y sin grandes sobresaltos ha sido una de las dificultades principales" de toda la actuación realizada, ha explicado, por su parte, la arquitecto del Servicio de Proyectos de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) Carmen Chacón Guerrero, quien ha asegurado que una vez se acaben las obras el acceso al monumento se hará por allí.

Sobre los restos aparecidos, Juan Murillo ha reconocido que se han buscado adrede. "Era uno de los objetivos que teníamos, pero es que en un proyecto tú no puedes plasmar una hipótesis", aunque ya ha pasado a ser una realidad. Ese crucero o patio almohade era de representación con dos grandes salones, uno Norte y otro Sur, además de un baño o hamman. "Era algo similar al Alcázar de Sevilla".

Cuando se abra al público, por un lado, el exterior, se verá la puerta barroca, y por dentro, el arco de herradura de la almohade

Murillo ha añadido que el complejo almohade estaba formado por varios palacios, de los que el más pequeño era el de la puerta que acaba de aparecer. "Hay materiales que indican que en otras zonas también había otros recintos o palacios y, por supuesto, estaba el antiguo alcázar Omeya, que partía desde aquí hacia el interior de la ciudad". Los límites del palacio Omeya están más o menos claros: "La calle Torrijos frente a la Mezquita-Catedral y luego Campo de los Mártires por la parte de la fachada Norte, donde esta la casa de las Pavas, más o menos, y con Almudaina".

Puerta en el lienzo Sur de El Alcázar junto a la última torre
Puerta en el lienzo Sur de El Alcázar junto a la última torre

Había otro correspondiente al recinto del Alcázar Viejo o Torre de Belen que estaba completamente amurallado. Un cuarto recinto que era el que englobaba todo y que iba desde la Torre de las Vírgenes con una muralla hasta la Torre de Guadalcabrillas y era "muchísimo más extenso de lo que sospechábamos".

Y es que, según Murillo, en época almohade los alcázares de Córdoba eran múltiples y no uno solo. De hecho, tras la ocupación cristiana no se habla de la casa del rey o del palacio del rey, sino de las casas del rey. En plural.