Vinos de Ronda: únicos y singulares

Las bodegas de la serranía de Ronda se sitúan en el ranking del sector como la créme de la créme, abanderando vinos de especial calidad y autenticidad, favorecidos por el entorno del territorio. Experiencia de calidad asegurada en torno a la cultura del vino. La Bodega Doña Felisa invita a un paseo por el proceso de producción completo, disfrutando de un paisaje inolvidable y degustando los mejores caldos de la zona.

Ronda es un enclave estratégico para muchas cosas y entre ellas está sin duda el disfrute de sus vinos. Serranía malagueña que, por su ubicación geográfica y las condiciones de sus tierras, se convierte en un enclave ideal y privilegiado para el disfrute del enoturismo, con una rica elaboración de caldos en sus diferentes vertientes, entre blancos, dulces, espumosos, rosados y por supuesto el vino tinto, entre los más solicitados y cautivadores.

El vino de Ronda reúne una serie de características únicas y que derrochan personalidad. Una diversa y valiosa geología de suelos, la altitud que brinda la sierra (algo superior a los 900 metros de media) y las extensas horas de sol al día, propician la producción de vinos de gran carácter a los que pocos paladares pueden resistirse.

El clima es un factor clave e imprescindible para el desarrollo de la vid en un sitio como Ronda, brindando así una versatilidad y amplia selección de variedades tanto internacionales como autóctonas: Tempranillo, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Cabernet Fran, Graciano, Garnacha, Petit Verdot.

¿Dónde poder disfrutar de estos vinos?

Para vivir intensamente la esencia de los caldos rondeños, la Bodega Doña Felisa en Ronda ofrece amplias posibilidades para la adquisición in situ de los productos, la compra online entre un amplio catálogo y también actividades asociadas a una experiencia vinícola a través de una interesante visita guiada y personalizada a esta empresa familiar que funciona desde 1999. 

Visitar bodega en Ronda: regala momentos inolvidables en torno al proceso completo de tratamiento de la uva y la elaboración final del caldo, los secretos de fabricación de la casa y curiosidades de la vida de esta familia vinculada al campo, perdiéndose en un paisaje para el recuerdo y conociendo al detalle las cepas con la que se ha elaborado el vino que se cata al final del tour. Son varios los paquetes experimentales disponibles: el formato degustación para quienes ya conocen la bodega y solo quieran disfrutar del paladar probando tres vinos distintos acompañados de tapas surtidas; la opción visita con degustación, que suma a la parte gastronómica una ruta previa por el viñedo y las salas de elaboración; y por último la visita guiada con maridaje permite además una experiencia ampliada tanto de instalaciones como de degustación, incluyendo la fase del embotellado y sala de crianza, abarcando el proceso completo desde el campo a la copa. 

No hay vino sin historia

Esta oferta enoturística ofrece a los visitantes una atractiva experiencia que une el mundo del vino con la historia de Ronda, su tradición y la idiosincrasia de la sierra malagueña, donde ya los romanos fueron conocedores de la riqueza de sus tierras para la vid y el vino de calidad.

La producción de vinos de Ronda no es de gran tirada, pero sí de alta calidad y un máximo cuidado en el proceso de elaboración, exquisitamente controlado desde la fase del viñedo, pasando por la recogida manual de las mejoras uvas, hasta su almacenamiento en bodega y el embotellado final con estilo, elegancia y marca propia.

Un producto que cumple a rajatabla con la catalogación como Denominación de Origen (DO) por ser producido en un municipio que pertenece asimismo a la red de Denominación “Sierras de Málaga”, reuniendo con creces todos los indicadores de calidad y aspectos técnicos que contempla dicha designación; y contando además con un sello distintivo y de total garantía como es la etiqueta “Sabor a Málaga”, poniendo en valor desde Ronda el género local.