El envejecimiento de la población en los países desarrollados es cada vez más acusado. España, por ejemplo, tiene una de las tasas más altas del mundo. Esto supone un problema, sobre todo, a la hora de prestar servicios amplios, universales y que vayan enfocados a una autodependencia lo más solvente posible.
En esa línea, la Ley de Dependencia es un derecho que asiste a aquellos usuarios que deben servirse de una ayuda adicional para realizar las actividades diarias que cualquier persona ha de llevar a cabo, pero, en estos casos, con asistencia de personal cualificado. Existen empresas sad Barcelona que ayudan a cada usuario a formalizar un paquete personalizado de servicios, con el único objetivo de optimizar, al máximo, aquella asistencia más acorde. Cuentan con una plantilla muy profesional, acreditada con las titulaciones que legalmente se precisan para atender a estas personas y, por supuesto, se trabajará con el usuario y sus familiares para sacar el máximo provecho del servicio.
Lejos de lo que muchos pueden pensar, las personas mayores que requieren asistencia sociosanitaria en sus hogares suelen evolucionar mucho mejor de sus dolencias y de sus enfermedades en entornos que le parecen seguros, familiares y propios. Es por eso que, aunque las residencias ofrecen muy buenos servicios, con el Servicio de Ayuda a Domicilio la persona usuaria no sale de su zona de confort y eso hace mucho para reforzar su seguridad.
Principales servicios de una buena empresa de SAD
Cuando los familiares o los propios usuarios, que estén en sus plenas facultades mentales, precisen a una cuidadora a domicilio acudir a una entidad que ofrezca las mejores garantías, que se adapte a los horarios y a los ritmos vitales del usuario, supondrá recibir un servicio personalizado, útil y que aumentará, no solo el bienestar, sino en la esperanza de vida, desde un concepto holístico de los cuidados a personas dependientes.
A continuación, se van a describir algunos de esos servicios más habituales, cómo se gestionan, cómo se conciertan y, sobre todo, qué beneficios reportan a las personas que se deciden por contratarlos.
Es muy común que las familias tengan ritmos de trabajo muy estresantes. Los hijos, los padres y los abuelos, por regla general, no suelen coincidir en ese círculo de actividades, ya que cada etapa de la vida requiere de unas condiciones y un compás concreto. Así, disponer de una amplia gama de servicios al respecto da certidumbre y seguridad de que se llevarán a cabo con total profesionalidad:
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Personas internas para quién requiera un servicio integral: como se ha comentado, dentro del Servicio de Ayuda a Domicilio muchas familias por incompatibilidad de horarios, por distancia física o porque su familiar tienen reconocido un alto grado de dependencia precisa un servicio interno. En tal caso, estas empresas, disponen del personal adecuado para cubrir esa intensidad de servicio. Al mismo tiempo, se pueden utilizar durante la semana de lunes a viernes o durante los fines de semana. Esta última opción es muy habitual en familias que dedican su tiempo casi completo al dependiente, pero que sirve como un respiro necesario y merecido.
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Cuidado de personas por horas: se trata de un servicio ampliamente flexible, sobre todo, para aquellas familias que requieren a una persona con los conocimientos adecuados para el aseo personal, incluso un rato de ocio con paseos o asistencia a citas médicas y servicios como peluquería, podología, etc., donde será acompañada con seguridad de mantener intacta su integridad. Este tipo de servicios varían desde las tres horas semanales, ya que hay personas que contratan el servicio, por ejemplo para hacer la compra semanal y un calendario de comidas, o para hacer los recados más esenciales. Aunque esa hora se puede ver aumentada hasta las 40 en caso de que sea necesario.
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Servicio de Ley de Dependencia: estas empresas suelen estar homologadas por las Administraciones Públicas para desarrollar y llevar a cabo el Servicio de la Ley de Dependencia. En este caso, es una normativa estatal, que, con la cofinanciación de las comunidades autónomas prestan el servicio a los usuarios que cumplan con una serie de requisitos. En tal caso: ¿quién puede solicitar la Ley de Dependencia?
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Situación flagrante de dependencia: se contempla en el caso de que una persona tiene la incapacidad de realizar de manera autónoma actividades diarias propias como el autocuidado, la higiene, las labores del hogar o la propia movilidad física.
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Personas con un alto grado de vulnerabilidad: es cuando una persona que ha sufrido algún percance por accidente, por traumas físicos o mentales no es capaz de manejar las riendas de su propia vida. Muy habitual, por ejemplo, en personas con enfermedades mentales agravadas o problemas de cualquier otra índole.
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Personas en situación de riesgos: tienen mucho que ver en este tipo de usuarios su especial situación de desprotección y marginalidad. En la mayor parte de los casos vienen derivadas de situaciones de desestructura familiar, pérdida de lazos afectivos con la sociedad o situaciones laborales especialmente precarias.
En todos los casos, estas empresas, además de disponer del personal de atención del Servicio de Ayuda a Domicilio, con personal Técnico de Cuidados Auxiliar de Enfermería, también existe todo un equipo de trabajadores sociales, educadores y personal administrativo que ayuda a los usuarios a solicitar sus servicios, a estudiar cada caso de manera pormenorizada y, sobre todo, a servir de herramienta para dar respuestas solventes y profesionales a estas personas.
En definitiva, las empresas que se dedican a ofrecer servicios en el SAD poseen un compromiso social, un personal muy solvente y con una formación continua a través de la que aprenden técnicas de cuidados avanzadas, cómodas y solventes. Por ende, los familiares encontrarán una cartera de servicios amplia, donde el bienestar del usuario está por encima de todo.
