Aunque en muchos sitios tenemos la suerte de disfrutar los exteriores durante todo el año, no podemos negar que el verano es la época en la que exprimimos al máximo nuestros jardines. Por este motivo, con la llegada del buen tiempo se hace necesario realizar algunos trabajos para poder preparar esta zona de nuestra casa.
Observa el entorno
Tómate el tiempo necesario para poder mirar bien tu jardín. La observación es importante para poder detectar aquellas mejores o reparaciones necesarias. Es posible quizá, que la valla de jardín esté deteriorada por las lluvias de primavera y tengas que cambiarla. Quizá el césped y las plantas tengan que ser intervenidos para poder lucir mejor o tengas que centrarte en los muebles y la luminaria. Sea lo que sea, sin una observación previa no detectaremos los problemas y es posible que aparezcan después. Así pues, sal al jardín, toma papel y lápiz y anota todo lo que creas que podrías mejorar.
Una vez sepas cuál es la condición de tus exteriores, podrás priorizar unos trabajos a otros. Si el presupuesto es reducido, este paso también podría ser esencial para ver en qué es necesario gastar y qué otras cosas pueden esperar.
Generalmente los trabajos de jardinería suelen ser los primeros. El motivo es que condicionan mucho el aspecto exterior. Aspectos como la poda o incluso la siembra toman tiempo para hacerse notar.
Trabajos de jardinería
Durante la primavera las plantas crecen de una forma considerable. Si no hemos invertido tiempo en el jardín, es posible que tengamos que realizar algunos trabajos de poda.
Quita las ramas y hojas secas y aquellas flores marchitas. Además, también debes podar aquellas partes de las plantas que ya han cumplido su ciclo. Esta parte es esencial, ya que al retirar estas partes, los nutrientes se repartirán mejor por toda la planta.
Mucho cuidado con las plagas. Si notas cualquier signo de que hay una plaga en tu jardín, deberás eliminarla para que tus plantas no corran peligro. Recuerda que en primavera son bastante comunes.
Los muebles de tu jardín
Habrá muebles que pueden recuperarse únicamente con un tratamiento de mantenimiento. Por ejemplo, los muebles de madera necesitan un barniz especial para poder aguantar otra temporada sin problemas. No obstante, es posible también que algunos muebles requieran un cambio.
En cualquier catálogo de muebles de exterior encontrarás muchas opciones, desde muebles de pvc, muebles de fibras naturales como ratán o mimbre y muebles de aluminio. Estos últimos son interesantes por ser ligeros y por no requerir tanto mantenimiento para aguantar entre temporadas.
Coloca accesorios de jardín
Los accesorios de jardín, además de ser estéticos, muchas veces son necesarios. Por ejemplo, si no contamos con ninguna pérgola o cenador, es posible que tengamos que invertir en una sombrilla terraza para poder protegernos del sol.
Hay modelos muy estéticos y funcionales como las sombrillas XXL, que cubrirán mayor superficie y quedarán muy bien en tu jardín. Además, también puedes apostar por otras opciones como los toldos vela, que son sencillos de colocar y retirar cuando termine la temporada estival.
Añade a la lista también balizas, candelabros o farolillos para aportar un plus decorativo y darle también un poco de luz íntima por las noches a tus exteriores.
