Ley de Segunda Oportunidad: una alternativa legal para remediar las deudas acumuladas 

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La acumulación de deudas es uno de los principales problemas que afecta a la estabilidad económica de miles de españoles en los últimos años. Ante este creciente problema, que se ha profundizado a raíz de las últimas crisis económicas, la Ley de Segunda Oportunidad ofrece un destacado mecanismo legal que permite la reparación de las deudas.

En el 2015, entró en vigencia la conocida Ley Segunda Oportunidad, se trata de un procedimiento administrativo que permite a los particulares y autónomos solventar sus dificultades financieras a través de diversos procedimientos. La negociación de las deudas con los acreedores, así como la exoneración de los pagos, son algunas de las principales alternativas que ofrece la Ley de Segunda Oportunidad.

¿Cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad?

En los últimos años, la economía española se ha visto afectada por múltiples situaciones que han llevado a un importante porcentaje de la población, a un complicado panorama económico. El sobreendeudamiento y la insolvencia destacan como las principales consecuencias de las recientes crisis económicas.

Por este motivo, cada vez es mayor el número de personas que buscan toda la asesoría legal posible que les permita acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad y así remediar todas sus deudas. En este sentido, a continuación se detallan brevemente las dos fases fundamentales que establece la Ley 25/2015, de 28 de julio.

Fase extrajudicial

Resumidamente, la fase judicial tiene el objetivo de reunir a los acreedores con el propósito de negociar el pago de las deudas. Es necesario señalar que esta primera fase no persigue la eliminación de las deudas, tan solo se encarga de reducir o lograr la reestructuración de las mismas, y así, conseguir condiciones que se adapten a la situación actual del deudor.

Como su nombre indica, es una fase que se debe llevar a cabo fuera de los juzgados y que tiene la capacidad de demostrar la buena fe por parte del deudor.

Fase Judicial

La segunda fase que establece la Ley de Segunda Oportunidad debe ser iniciada en caso de no lograr un acuerdo con los acreedores o no recibir una respuesta por su parte. Se trata de una etapa que ofrece la posibilidad de exonerar el pago de las deudas del particular o autónomo, y que les permite empezar nuevamente.

Para ello, es fundamental haber realizado los procedimientos de la primera fase, ya que es necesario evaluar el compromiso del deudor. De esta manera, existe la posibilidad de obtener la exoneración de todas las deudas.

Requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad

Como en todas las crisis económicas, los más afectados suelen ser los trabajadores, emprendedores y pequeños negocios. Según el Instituto Nacional de Estadística, durante el año 2019 se registraron un total de 2.983 procedimientos de acogida a la Ley de Segunda Oportunidad para personas físicas sin actividad empresarial.

Una elevada cifra que supera considerablemente el registro correspondiente al año 2018, que tuvo un total de 2.066 casos. 

Sin embargo, antes de intentar acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, los particulares y autónomos deben cumplir con los siguientes requisitos:

  • Los solicitantes deben demostrar la ausencia de capital para pagar las deudas acumuladas.

  • El límite establecido por la ley indica que las deudas no pueden superar los 5 millones de euros.

El deudor debe demostrar su buena fe a través de las siguientes acciones:

  • Se debe intentar llegar a un acuerdo extrajudicial con los acreedores antes de dar inicio al concurso.

  • No haber solicitado la Ley de Segunda Oportunidad en los 10 años previos a la solicitud.

  • No haber causado la situación de insolvencia a propósito.

  • Realizar la entrega de los bienes y activos, con excepción de los medios que sirven para el desarrollo de la actividad profesional

  • No haber rechazado ninguna oferta de trabajo en los últimos 4 años.

Éstos son algunos de los principales requisitos que todas aquellas personas que desean liquidar sus deudas, a través de la Ley de Segunda Oportunidad, deben cumplir. Sin duda, es una valiosa oportunidad que ha permitido a una gran cantidad de personas solventar su inestabilidad económica, sobre todo, en medio de la situación actual derivada de la Covid-19. 

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