Cuáles son las principales diferencias entre el suelo de parquet y las tarimas

Cuando se trata de cambiar el suelo de una vivienda es bastante común que surjan dudas, en relación con la diversidad de materiales y técnicas que hay en el mercado. Está claro, que dentro de las tendencias en diseño de interiores destacan los suelos de parquet y las tarimas. Así que nuestra intención es hablar específicamente de ambos materiales y explicar cuáles son sus principales diferencias y ventajas, para que de esta manera, puedas decidir con mejor criterio, cuál es el tipo de suelo que más conviene instalar en tu hogar. 

Lo primero que debes saber es que es muy importante tomarte el tiempo necesario para que puedas decidir acertadamente, no precisamente porque un tipo de suelo sea mejor que otro, sino porque hay que evaluar varios factores. 

Por otro lado, es trascendente elegir a una empresa especialista en la venta e instalación de este tipo de suelos como lo es Payresa. Se dedican a distribuir y suministrar productos y materiales para tarimas flotantes, techos, puertas, armarios y mucho más. Sabiendo eso, nos disponemos a explicar las características y diferencias de ambos tipos de suelo.  

Cuáles son las características del parquet

Una de las principales características que nos ayudan a diferenciar el parquet de las tarimas es que el primero solo hace referencia a la madera. De hecho, el nombre de este suelo se debe a su definición de “revestimiento de madera”. En específico, se trata de una capa superior, cuyo grosor mínimo debe ser 2.5 mm. Es decir, que esta es la característica principal para que un suelo sea considerado como parquet.

Otra característica diferenciadora son sus capas. El parquet está compuesto generalmente por 3 o 4 capas que se hacen con diferentes materiales. La primera es la capa noble que está en la superficie, a la cual se le conoce como acabado; la superficial es la madera maciza que se puede presentar en diversidad de diseños y tonalidades. Luego viene la capa intermedia o también llamada persiana que es la que le da ese aspecto “apersianado” al suelo. Finalmente, la base que es un contrachapado que se pega a la capa media.  

Esta es la base de un buen parquet. Sin embargo, en el mercado se pueden hallar de dos capas, lo cual supone una buena opción en caso de que se disponga en el ambiente de calefacción radiante, ya que esto permite que el calor fluya de manera más eficiente en la superficie. 

Cuáles son las características de las tarimas

Las tarimas se diferencian del parquet por la manera como se adhieren al suelo. Es un sistema de instalación distinto que consiste en la unión entre tablas, que se lleva a cabo mediante un clic. Esto favorece su anclaje y perfecto engranaje. 

A diferencia del parquet, las tarimas son una superficie más dura y resistente que se forma por derivados de madera y otros materiales de calidad y que son clave en su fabricación, como la resina. También es un suelo compuesto por varias capas. 

La primera es la de la superficie, la cual ayuda a proteger el suelo de los golpes, manchas y desgaste por uso; la capa de diseño es la encargada de mostrar su aspecto final, la capa HDF que está compuesta por fibras de alta densidad. Esta es la que ayuda a que la tarima sea tan resistente ante la humedad. Finalmente, encontramos la capa equilibrante que es la encargada de proporcionar la fortaleza al suelo. Gracias a ella, esta superficie no se arquea, ni se hunde o se hincha. 

Diferencias entre el parquet y la tarima

Una vez tenemos claras cuáles son las características de cada tipo de suelo, podemos establecer de mejor manera las diferencias que hay entre ambos. 

La tarima es una superficie hecha con madera y otros materiales que la imitan. Su grosor es de unos 15 a 28 mm. Por su parte, el parquet está hecho con 100 % tablas de madera y su grosor va de 10 mm a 1 cm.

En cuanto a su instalación, la tarima es mucho más sencilla de instalar. Esta no requiere de obras complejas porque se puede instalar sobre suelos base de diferentes tipos. Por el contrario, el parquet requiere de un trabajo un poco más complejo, y por ende, más costoso. 

Un punto favorable para el parquet es que suele ser mucho más resistente. Con el mantenimiento idóneo puede mantener su aspecto original por mucho tiempo. Esto se debe a que la madera que se usa en su núcleo interior es mucho más robusta. 

En otros aspectos, el parquet se puede lijar y barnizar siempre que se considere necesario. En cambio, la tarima no puede ser sometida a este tipo de tratamientos o mantenimiento. Lo que se hace en caso de daño o desgaste es reemplazar las láminas afectadas por piezas nuevas. No obstante, el mercado ha evolucionado de tal manera que hoy en día se pueden conseguir tarimas de una calidad notable que se convierten en una excelente opción. 

El mantenimiento de cada suelo también es diferente. El parque requiere de productos específicos para su limpieza. Las tarimas solo necesitan agua y jabón. Por otro lado, el precio es otro importante factor a considerar, ya que como es de suponer, el parquet es un material más costoso que la tarima. 

Qué tipo de madera usar para el suelo 

Sin importar qué tipo de suelo elijas, es relevante hacer referencia a las maderas que se utilizan con más frecuencia para la fabricación de ambas superficies. Entre estas destacan: 

  • Roble: es una madera dura y de mucha resistencia.

  • Pino: su precio es atractivo y es un material luminoso de bonitos acabados.

  • Cerezo: es elegida en especial por sus tonos rojizos. 

  • Haya: es una madera semidura con interesantes vetas. 

  • Arce: es resistente y robusta. Aporta mucha belleza y elegancia. 

  • Teca: es fina, pero fuerte. Resiste muy bien a la humedad y no es corrosiva.

 

Ya tienes la información indispensable para que puedas tomar la decisión que mejor se ajuste a tus preferencias, necesidades y presupuesto.