Conoce los problemas más comunes de marketing digital que debes evitar

chica ordenador

Cuando se desarrolla una campaña de marketing digital, pueden surgir problemas de todo tipo, que hay que saber afrontar para salir exitosamente de ellos. El plan debe ser conocerlos en profundidad, para poder prevenirlos o para solucionarlos efectivamente si llegan a presentarse.

El marketing digital es una efectiva metodología que en los actuales momentos de interconexión global es sumamente necesario para impulsar productos y marcas. Desarrollar efectivas campañas publicitarias web puede ser complicado, principalmente cuando surgen problemas que puedan empañar su eficacia y alcance, por eso hay que evitarlos a toda costa.

Lo más recomendable es conocer los fallos que se pueden presentar para prevenirlos, y en caso de que sucedan, reconocerlos a tiempo para solventarlos oportunamente y evitar males mayores. Esa es la clave de salir exitosamente bien de cualquier dificultad generada con cualquier estrategia publicitaria digital.

Problemas más comunes

Hay muchas razones por las que una campaña publicitaria puede fallar. Los ejemplos de problemas de marketing son muy diversos, pero los que más resaltan son los siguientes.

No saber explicar bien lo que se ofrece: hay que tratar siempre de mostrar con palabras fáciles de entender el producto que se presenta, explicando sus características, etapas de fabricación, materiales, etc., para que el potencial cliente se interese por él. 

Todo se debe ofrecer de forma sencilla, con lo básico, para evitar aburrir al posible comprador. Por supuesto, en el apartado de detalles técnicos, se puede presentar toda la información relacionada; pero en la descripción general se debe ser conciso y preciso.

Falta de una buena presencia online: internet se ha convertido en el medio ideal para encontrar de todo. Por eso una empresa que quiera llegar a todas partes, necesariamente debe tener una buena presencia en la red de redes, ya que si no está, es como si no existiera. 

Hay que buscar la manera de estar vigente en el mundo virtual, incluso en los smartphones, que se han posicionado tan bien entre la preferencia del público. Todo vale, incluso el envío masivo de emails, que nunca deben faltar en el diseño de toda campaña publicitaria, por ser un medio económico y muy efectivo para llegar a los potenciales clientes.

No determinar el segmento de público adecuado: hay que saber a quién le puede interesar el producto que se va a ofrecer, para orientar la promoción hacia los correspondientes grupos. No se puede hacer publicidad a un coche de alta gama entre jóvenes, porque no lo van a poder comprar, hay que entender a quién se dirige el mensaje, por eso hay que estudiar bien al público y el tipo de publicidad que se desea impulsar.

Por ejemplo, cuando es posible contar con un programa de mailing masivo se tiene una amplia ventaja en cuanto a la selección del segmento de usuarios al que se dirigirán los mensajes. Toda vez que este tipo de software tiene la posibilidad de segmentar grupos para orientar directamente los emails que se quieren enviar a los destinatarios seleccionados. De esta forma se evitará el envío de correos a quienes no les pueda interesar en absoluto el mensaje.

Falta de comerciales: en todo negocio, los trabajadores deben estar formados para realizar labores como comerciales, de forma que sepan vender los productos de la empresa donde trabajan. Si un camarero en el restaurante o el recepcionista del hotel ofrecen de manera afable y con buena información todo lo que tienen en sus sitios de trabajo, seguro lograrán convencer mejor al cliente para que aproveche los servicios y productos, esto puede ser de gran ayuda para la compañía.

No contar con un efectivo plan de marketing: si se inicia una campaña publicitaria sin tener un plan bien diseñado, el cual considere todos los detalles en las distintas áreas, el resultado será un rotundo fracaso. Se deben buscar los momentos exactos para lanzar las campañas, utilizar los medios adecuados y las estrategias pertinentes, y eso solo se puede lograr con una coordinada planificación.

Invisibilidad del negocio: una empresa o marca que no se publicite, simplemente será invisible para el público. Hay que darlo a conocer por todos los medios y plataformas posibles: anuncios de prensa, televisión y radio, panfletos y flyers publicitarios, blogs, páginas web, redes sociales y hasta los mensajes de WhatsApp son útiles a la hora de promocionar un producto o marca. A cuantas más personas se pueda llegar, mucho mejor.

Carecer de imagen corporativa: toda marca debe tener identidad propia, que transmita la esencia y el espíritu de la compañía. Así se refuerza una buena imagen ante el público, quien con ver un color, un logo y hasta con escuchar una simple frase, la vinculará con la marca. Esto potenciará la presencia de la empresa entre el público y creará profundos lazos de pertenencia.

Errores en los precios establecidos: saber colocar el precio justo al producto es fundamental para mantenerlo y poder avanzar exitosamente. No se pueden colocar precios exagerados, por cuanto el producto simplemente no se venderá, pero tampoco se pueden colocar por debajo de las estructuras de coste, por mucha competencia que se quiera hacer, porque resultaría peligroso para la estabilidad del negocio. 

Se deben buscar puntos medios que satisfagan a los clientes y mantengan la rentabilidad de la empresa para poder mantenerse sin problemas.

Descoordinación entre ventas y marketing: la publicidad debe estar siempre alineada con las ventas, debe ser oportuna y pertinente, para que realmente ayude y no sea un simple adorno de marketing. 

Por ejemplo, si un restaurante tiene una promoción especial de tapas para el almuerzo, no será apropiado que por la tarde se muestre una publicidad hablando sobre las ofertas que se tuvieron durante el día; o que en plena temporada de invierno se publiciten artículos para verano, un error que muchas empresas cometen, lo que les puede llevar al fracaso.

Creer que la publicidad es innecesaria: hay quienes creen que con tener un producto genial es suficiente para venderse solo, pero no hay error más grande que pensar así y desestimar el poder del marketing. Toda marca o artículo, por muy bueno que sea, si no se conoce, no se vende. La única manera de hacerlo llegar a todas partes, es con una adecuada publicidad.