El café es una de las bebidas más populares en todo el mundo. Independientemente de la cultura o religión, millones de personas inician diariamente sus rutinas degustando un caliente y delicioso café. Sin embargo, más allá de ser una bebida aceptada socialmente, la ciencia ha encontrado razones y beneficios saludables asociados.
Actualmente, la cafeína es la sustancia psicoactiva más consumida en todo el mundo, de hecho, se estima que cada día se sirven más de 1.400 millones de tazas de café. Sin embargo, la aceptación del café ha recorrido un largo camino hasta nuestros días. Hasta hace pocas décadas, los estudios y la información que teníamos sobre el café resultaba contradictoria entre sí, lo que daba lugar a múltiples mitos sobre el consumo de café.
En este sentido, de acuerdo con el análisis en Cafealpaladar, el café ha logrado superar la mala reputación que giraba en torno a él y ahora se posiciona como una de las bebidas con más efectos positivos sobre la salud humana.
Aspectos a tener en cuenta durante el consumo del café
La primera taza de café por las mañanas, sin duda, es una de las mejores formas de afrontar los compromisos laborales o personales. No obstante, es importante destacar que como todo lo bueno y sabroso de la vida, los beneficios del café pueden verse en peligro si su consumo es excesivo.
Por otra parte, no hay que olvidar que el consumo de café no está recomendado para todas las personas. Aquellas personas que sufren alteraciones del sueño, ansiedad aguda, reflujo ácido o sensibilidad a la cafeína, deben evitar toda bebida elaborada a base de cafeína.
Aunque está demostrado que es muy beneficioso, es necesario no exceder los 400 mg de cafeína al día, así como prescindir de azúcares añadidos y otros edulcorantes perjudiciales para la salud.
¿Por qué la ciencia aconseja un consumo moderado de café?
A través de múltiples estudios a lo largo de las últimas décadas, la ciencia ha recaudado pruebas suficientes para determinar que el consumo de café es beneficioso para la salud. Sin embargo, se aconseja beber café con moderación, ya que por el contrario, esta bebida podría ocasionar insomnio, nerviosismo, cuadros de ansiedad e irritabilidad.
Pero bajo unos hábitos de consumo moderado, el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos asegura que el café está asociado a un menor riesgo de mortalidad.
El café es una fuente rica de antioxidantes
En contraposición a los mitos sobre los componentes cancerígenos del café, se ha descubierto en los últimos años que el café es una de las bebidas que mayores antioxidantes aporta al organismo. De hecho, algunos investigadores sugieren que la cantidad de antioxidantes presentes en el café pueden superar las que contiene el té verde o el cacao. En este sentido, beber café de forma moderada es ideal para combatir enfermedades como la artritis y los diferentes tipos de cáncer.
Mejora las habilidades cognitivas
De acuerdo con investigadores austriacos, el café tiene un efecto positivo en la actividad cerebral, mejorando la concentración y la memoria a corto plazo. Asimismo, un estudio realizado por científicos estadounidenses, determinó que el café tiene una incidencia positiva sobre el comportamiento psicomotor a medida que los seres humanos envejecen, logrando reducir el riesgo de padecer derrames cerebrales o enfermedades como el Alzheimer.
Aporta la energía necesaria para los entrenamientos
El café no es solo una bebida con un delicioso aroma y sabor, además, puede ser un aliado importante para aumentar la resistencia durante los entrenamientos en el gimnasio. Esto se debe, principalmente, a que los componentes del café actúan como una ayuda ergogénica no dopante para los deportistas. De esta manera, una taza de café un par de horas antes de cada entrenamiento puede generar la energía suficiente para que la rutina de ejercicios se vuelva más fácil y sencilla de realizar.
En conclusión, el café es una bebida que aporta múltiples beneficios a la salud. Se puede beber por gusto y placer, pero nunca estará de más tener razones y motivos respaldados por la ciencia para consumirlo o empezarlo a beber a diario.
