Vecinos de San Lorenzo lamentan que las obras de El Realejo no han logrado restringir el tráfico
La Asociación Vecinal San Lorenzo Existe ha reclamado, a través de un comunicado, al Área municipal de Movilidad la revisión de la "accidentada" actuación llevada a cabo en el Eje San Lorenzo-Realejo, que, lejos de restringir el tráfico rodado, como en un principio parecía ser la intención de la obra, "sigue habiendo el mismo volumen y con más ruido aún porque los adoquines hacen que suene más fuerte". Son palabras de su presidente, Manuel Ortega, haciendo uso de las palabras de algunos vecinos y vecinas que están lamentando el resultado.
Hay en concreto una vecina de Santa María de Gracia que se ha ofrecido a grabar un vídeo con el número de vehículos que pasan por segundo y la velocidad que llevan. "Es un peligro salir del portal, porque los coches pasan muy rápido y los autobuses apenas dejan espacio a los peatones", señala la mujer.
Para Ortega, "tras la obra del siglo por la dilación en los plazos de ejecución, se vuelve a constatar que su objetivo no se está cumpliendo". Y es que, según recuerda el presidente vecinal, "se financió con Fondos Europeos y se justificó como un proyecto para hacer más habitable la ciudad".
Por contra, la vecindad asegura que el tráfico que este sufre ese eje a diario desde María Auxiliadora hasta el Realejo es relevante tanto en lo que se refiere a su densidad (vehículos de grandes dimensiones, ruido y, contaminación), como a la velocidad inadecuada y ocupación de espacios para el peatón que "pone en riesgo a las personas".
Por otra parte, "al ser excluido del modelado de bajas emisiones, mucho nos tenemos que esta densidad se incrementará", ha añadido Ortega.
De este modo, se ha registrado en Movilidad una propuesta para la instalación de elementos que obliguen a aminorar la velocidad, también que delimiten los espacios peatonales con vegetación en macetones, así como un informe elaborado sobre la densidad de vehículos en este eje y en esa calle.
Como problemas añadidos, la vecindad apunta que la falta de delimitación de los acerados (la plataforma única) hace que, en la práctica, su totalidad la ocupen vehículos, especialmente ahora que se han eliminado zonas de carga y descarga. Además, la salida desde Arroyo de San Rafael a la zona reformada incumple las mínimas dimensiones para la adecuada circulación de los vehículos, y, de hecho, se han producido varios siniestros por el giro tan brusco de vehículos de recogida de residuos.
Al mismo tiempo, las aristas vivas en los giros de los coches (sumado a lo estrecho de los carriles) produce lesiones en los neumáticos de los coches y las rampas de entrada y salida a la zona de plataforma única tienen una pendiente que provoca impactos en los vehículos. "Basta observar el paso de los microbuses de Aucorsa para constatarlo, y la peor de todas es la bajada desde la plataforma", asegura Ortega.