La próxima semana comenzarán las obras para recuperar el edificio de los antiguos juzgados de Córdoba, en la Plaza de la Constitución, y transformarlo en sede de dos delegaciones territoriales de la Junta, que a día de hoy no se sabe cuáles serán, según ha avanzado esta mañana el delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, Adolfo Molina (PP).
El pasado 10 de febrero se adjudicó a la constructora cordobesa San José por 12 millones de euros, para una actuación que dará 16 meses y que podrá a punto un total de 12.184 metros cuadrados, de los que 9.999 cubren siete plantas y otros 2.185 metros cuadrados se encuentran bajo rasante.
Según ha explicado Molina, la idea es que el edificio, una vez ejecutado, obtenga la calificación de Eficiencia Energética A y sea "completamente accesible para todo el mundo".
Por su parte, el arquitecto del proyecto, Francisco León, ha explicado que la verdadera actuación se hará por dentro, ya que el edificio no se demolerá y mantendrá su estructura, aunque con una cubierta complemente nueva y con placas fotovoltaicas para el autoabastecimiento energético. "El edificio contará con la última tecnología para la atención al público, pero también habrá varios puntos de atención directa al público con personal, pensando en las personas más mayores y sus dificultades para acceder a las nuevas tecnologías", ha indicado el arquitecto.
Concretamente, el edificio contará con un nuevo Registro de la Administración que prácticamente estará abierto las 24 horas, mientras que los accesos internos se llevarán a cabo a base de rampas. El funcionamiento del nuevo edificio será domótico y "puntero".
Hasta tal punto es así, que el alcalde, José María Bellido (PP), ha reconocido tener envidia de cómo quedará el futuro edificio y las grandes posibilidades de acceso para la ciudadanía que va a tener. Para Bellido, esto supone, además, "cerrar una herida en pleno centro de la ciudad, ya que es un edificio que llevaba sin funcionar desde 2017, y ahora permitirá que ella zona recupere su pulso". No en balde, cuando los juzgados se trasladaron a la nueva ciudad de la justicia, hubo negocios que tuvieron que cerrar al descender de golpe la actividad económica de la zona.
Molina, entre tanto, ha añadido que en el edificio resultante irán a trabajar 567 efectivos, la mayoría de los cuales harán sus consumiciones de media mañana en los locales de restauración del entorno.
