DISTRITO CENTRO

Nodo Corduba recomienda retirar los candados a orillas del Guadalquivir por el deterioro que causan

El colectivo califica esta costumbre procedente del Centro de Europa de "nefasta y absurda" y pide al Ayuntamiento que actúe
Candados en la balaustrada del muro a orillas del Guadalquivir
photo_camera Candados en la balaustrada del muro a orillas del Guadalquivir

Tanto la Ribera como la Ronda de Isasa, a orillas del Guadalquivir, se encuentran plagadas de candados que se supone que están ahí en señal de un supuestos 'amor eterno' por parte de parejas que vienen a visitar la ciudad o incluso por algunos nativos a los que ha llegado esta costumbre tan arraigada en el Centro de Europa.

Candados en la balaustrada del muro a orillas del Guadalquivir
Candados en la balaustrada del muro a orillas del Guadalquivir

Pues bien esta "absurda y nefasta tradición", como la ha calificado Manuel Ortega, portavoz de Nodo Corduba, "lo único que hace es contribuir a la erosión y la corrosión del enrejado de la balaustrada del muro, que ya está de por sí suficientemente dañado por el 'ataque' de las higueras, donde hay partes en las que la piedra está levantada".

Esa costumbre, que viene importada de otros países de Europa, a raíz de la poesía 'Molivda za ljubav' (Oración por el amor), de la autora serbia Desanka Maksimović, según señala en su web 'Ya está el listo que todo lo sabe', de Alfred López (la cordobesa Almuzara le publicó un libro en 2019), "además de ser muy rancia por lo que significa de querer encadenarse de por vida a una persona para demostrarle cierto amor, para que luego tengas que andar quitándolo o poner más si rompes y te enamoras de otra persona, en definitiva no es más que un elemento  que contribuye al deterioro del patrimonio, en lugar de ser algo bonito, romántico o entrañable".

Candados en la balaustrada del muro a orillas del Guadalquivir
Candados en la balaustrada del muro a orillas del Guadalquivir

De hecho en otros países, como los vecinos del Norte, Francia, se han visto obligados a iniciar campañas contra esta tradición porque, en su caso, es tal la cantidad de candados que se colocan en los puentes sobre el Sena de París, que  han acabado hundiendo la balaustrada. Por esa razón, el Ayuntamiento parisino lanzó la campaña love without locks (amor sin candados) en la que inmensos carteles indicaban a los visitantes que "Nuestros puentes no pueden resistir vuestro amor" y animaban, en lugar de seguir colocando candados, a hacerse un selfie de amor para colgarla en una web.

Candados en la balaustrada del muro a orillas del Guadalquivir
Candados en la balaustrada del muro a orillas del Guadalquivir

En otros sitios, como en Moscú, acabaron colocando en puentes 'árboles del amor' donde anclar esas cadenas amorosas invisibles en lugar de a las balaustradas, como es el caso del Puente Luzhukov.

Lejos de sufrir esos problemas tan grandes, que también se da por ejemplo en el enrejado de la Fontana de Trevi, en Roma, en Córdoba sí se nota la erosión en los barrotes metálicos que los sustentan y, en este sentido, "el Ayuntamiento debería retirarlos todos e impedir de algún modo que se siga con esa costumbre tan fuera de lugar", ha estimado Ortega.