El colectivo Nodo Corduba ha elaborado un avance de un estudio sobre la destrucción en los últimos 25 años del pequeño comercio en el Casco Histórico, cuando era todavía una zona habitada, y donde desde 2018 se han perdido ya cerca de 4.000 residentes.
Concretamente en la zona de La medina en ese cuarto de siglo se ha perdido más de un 14% de sus vecinos y también una serie de negocios básicos que daban vida a esa zona como ocurre en cualquier otro barrio de la ciudad.
Algunos de esos ejemplos, según la misma fuente, eran el kiosko de prensa de Maruja en la calle Lucano; la barbería de Jerónimo en la calle Lucano; en la calle Deanes había una tienda de ultramarinos y una pastelería; en la calle Cardenal Herrero había dos farmacias; en la calle Magistral González Francés estaba Varo el zapatero; en la calle Cardenal González estaba el horno de pan y pastelería San Luis; en la calle Almanzor había otro zapatero, al igual que en la Puerta de Almodóvar; un cine en la calle Lucano; un puesto de arropías en la calle Torrijos; las tres tiendas de comestibles de Juanele, Frasqui y Marina, en las calles Alfayatas y Cardenal González; la carnicería de Estrella en Cardenal González o la bodeguilla de Aureliano en Cardenal González.
También nombran el colegio de Julio Romero de Torres en la calle Rey Heredia; la casa de la Catequesis en la calle Samuel de los Santos; el puesto de chuches de Pepe; en la esquina de la calle Romero con Deanes había una frutería; la confitería de Manolo en Deanes; en la Puerta Almodóvar estaba el puesto de chuches de Antonia y Andrés; la Taberna de los boquerones en Cardenal Herrero; el colegio de monjas San Rafael, en Amador de los Ríos; la heladería Alberti; el Mesón del Conde; el Mesón de Don Manuel; Radiadores Morgan en la Ribera y Droguería del Portillo.
Otra tanda de negocios perdidos correspondería a la pasamanería de Angelita; la tienda de comestibles de Pepe Vargas; el practicante de la calle Alfayatas; el horno de pan en la calle Horno de Cristo; la tienda de electricidad en Portería de Santa Clara; la verdulería en la Plaza de Abades; la pescadería de la calle Lucano; la droguería de la Plaza de El Potro; la freiduría de la Plaza de Abades o la fontanería de la calle Amparo.
En total son casi 40 establecimientos y servicios de todo tipo y tamaño, que tal y como aclaran desde Nodo Corduba no son todos los que había.
Según Nodo Corduba, "hubiera sido fácil la convivencia del pasado con el presente y de los vecinos con los turistas, de modo que se convirtiera nuestro barrio en el verdadero Patrimonio de la Humanidad", pero "todas las administraciones públicas que han pasado por el Ayuntamiento sólo han mirado para otro lado conviertiendo su tesoro en un mero escenario sin actores".
El estudio se prevé completar con otros negocios desaparecidos en otras zonas del casco Histórico y se "exige al equipo de gobierno local una estrategia para un comercio sostenible y no dependiente de un turismo depredador que va y viene como un tsunami".
