Si todas las previsiones de la Junta de Andalucía son ciertas, corre prisa que se remate cuanto antes las obras de la segunda fase del Palacio de Congresos de la calle Torrijos, que, según ha señalado esta mañana el viceconsejero de la Junta, Juan Marín (Ciudadanos), empezará en febrero próximo para estar terminada en octubre de 2021, tras una inversión de 5,7 millones de euros incluidos en los Presupuestos autonómicos para 2020.
Entre otras cuestiones, el también consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, que ha acudido a Córdoba acompañado de su colega de Economía, Conocimiento, Empresa y Universidad, Rogelio Velasco, ha indicado que una de las principales aspiraciones de esta infraestructura de corte turística, en alianza con el resto de la red andaluza, es romper con el binomio Madrid-Barcelona que entre los dos solos se quedan con el 43% por ciento de los congresos anuales que se celebran en esta país y eso es mucho dinero.
Previamente, el alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP), ha explicado que el laberinto burocrático en torno a estas actuaciones ha hecho perder a la ciudad 7 años de oportunidades que ahora, "gracias a nuestra capacidad innata para acoger turismo de congresos", se va a poder recuperar en parte con la ampliación en la capacidad de este espacio ubicado en un entorno envidiable, frente por frente con la Mezquita-Catedral, y que se complementará con el Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC) del Parque Joyero, que "ya se está licitando".
Cinco nuevas salas
A nivel puramente técnico, el proyecto lo desarrollará la entidad pública Tragsa para generar cinco nuevas salas de reuniones, con capacidad para 586 plazas adicionales, y los patios Mudejar e Italiano, que podrán albergar hasta 300 personas, estimándose que el proyecto podría estar concluido en unos dos años.
Entre tanto, Velasco ha destacado que los trámites van a buen ritmo desde que hace unas semanas se consiguió la licencia de obras por parte de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU). Esta actuación "permitirá a Andalucía contar con un espacio a la medida de las necesidades del actual turismo congresual y de la ciudadanía".
En este sentido, el consejero ha destacado, igualmente, que aunque la obra es de ámbito publicó es luego la iniciativa privada la que tiene que desplegar velas de cara a la explotación del nuevo espacio y transformar el sector en líder a nivel nacional. Y para venderlo mejor Velasco ha insistido en la estratégica ubicación de Córdoba, a hora y media de Madrid y a apenas dos horas de la mayoría de las localidades del Sur. "Esta obra estoy seguro de que va a ser un éxito", ha señalado.
La primera fase, que también llevó a cabo Tragsa, permitió que el Palacio de Exposiciones y Congresos abriera sus puertas en octubre de 2018, bajo la gestión de la UTE 'Palacio de Congresos de Córdoba S.L. y Marva S.A.', con un aforo de unas 900 plazas tras la rehabilitación y mejora del 50% de la superficie del edificio, en la que se encuentra el salón plenario, con una capacidad de 755 plazas. La inversión destinada a esta primera fase ascendió a 5,8 millones.
Un esfuerzo económico que va "mucho más allá de recuperar un espacio para el turismo de congresos". Y es que se trata de un sector, el turístico en general, que supone 13% del PIB andaluz y que da trabajo a 460.000 personas, es decir el 14% de todo el empleo en Andalucía. En concreto, el de congresos, tal y como se va a dar a conocer en la Feria Internacional del Turismo (Fitru) de Madrid, ayudará enormemente a desestacionalizar las visitas y romper la masificación en muchas ciudades como Córdoba. Se trata, además,de un turismo de calidad, con un gasto medio mucho más elevado, que aumenta las pernoctaciones y que, ya de paso, es un excelente vocero de los atractivos del lugar que visitan con el boca a boca y haciendo uso de las redes sociales.
La segunda fase permitirá al Palacio de Congresos acoger eventos de diversa tipología, gracias al uso complementario de las nuevas salas de reuniones y los dos patios, en los que se podrán realizar eventos al aire libre y exposiciones. Además, se adaptarán zonas para usos adicionales, que son necesarios para prestar o desarrollar el uso general del edificio, tales como oficinas del concesionario, cafetería de público en general y tiendas.
El consejero de Economía ha explicado que, durante la redacción del proyecto de la segunda fase se ha realizado un reconocimiento y estudio pormenorizado de los diferentes sistemas constructivos y materiales que se encuentran en el edificio actual, detectando su estado de conservación y funcionamiento de instalaciones, analizándose las principales exigencias de adecuación a la normativa existente, de acuerdo a la tipología y futuro uso del edificio". Por cierto que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que la realización de la obra en el palacio del XVI requiere de una cualificación técnica muy específica.
Han sido los arquitectos de la filial de Tragsa, Tragsatec, redactores del proyecto, quienes ha explicado este lunes de forma pormenorizada el plan de obras de la segunda fase del Palacio de Congresos, que se centrará principalmente en las zonas alrededor del Patio Mudéjar y del Patio Italiano, donde se plantea, al igual que en la zona del Patio Azul, ya rehabilitado, la modernización y rehabilitación de sus dependencias, eliminando las barreras arquitectónicas existentes y renovando todas sus instalaciones, mejorando su accesibilidad y adaptabilidad.
De igual modo, en esta segunda fase se tendrá especial atención con la protección y puesta en valor de los elementos de interés patrimonial que contiene la edificación. En concreto, la restauración interior de la Capilla de San Sebastián y sus retablos y la conservación del claustro del Patio Mudéjar, la continuidad del Adarve con la nueva sala de Beatriz Enríquez y el espacio contiguo a los restos emergentes de la muralla califal, que va desde el Patio Mudéjar hasta la portada donde se encuentran las puertas de emergencia hacia la parcela de la Biblioteca Provincial.
Esta segunda fase también conlleva la adaptación de ya mencionado Patio Italiano, la remodelación de la cafetería y la cocina, así como la mejora de la accesibilidad e iluminación de las salas denominadas Ambrosio de Morales y Julio Romero de Torres.
