FOTOGALERÍA: Un manto de polvo sahariano de la borrasca Celia deja Córdoba llena de barro y naranja

Efectos de la calima en Córdoba
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Efectos de la calima
Efectos de la calima con un cielo naranja
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Efectos de la calima en Córdoba

Un cielo apocalíptico; anaranjado, de desastre latente. El paso de la borrasca Celia por la Península Ibérica ha dejado tras de sí un manto rojizo de polvo y barro, a la vez que ha teñido el cielo de color ocre, dejando un paisaje inusual. Esto se debe a la calima.

Además, como ha llegado acompañada de precipitaciones, se ha producido el fenómeno conocido como lluvia de barro o 'lluvia de sangre' que deja todo pringoso y sucio. Sin embargo, también se está produciendo deposición seca: el polvo cae depositando sobre las superficies sin necesidad de que llueva.

Así, mobiliario urbano, plantas y muchísimos vehículos han quedado cubiertos de barro, que algunos han podido limpiar de inmediato con una buena manguera.

A partir del jueves, 17, las concentraciones de polvo podrán reducir considerablemente, sin embargo todavía podrá quedar presente cierta cantidad de polvo suspendido en la atmósfera de forma residual durante los días siguientes.

¿Qué es la calima y cómo se produce?

La calima, o calina, es una nube de polvo proveniente del Sahara africano, según explica en su web la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Los fuertes vientos que se producen en el desierto sahariano son arrastrados hacia la Península Ibérica y suele ser un fenómeno más frecuente en las islas Canarias.

La nube de polvo contiene partículas no acuosas, opacas, que tiñen el cielo de un color amarillento o naranja. La calima, además, produce un aumento considerable de las temperaturas.

La calima no presenta un riesgo extremo para la salud, pero se recomienda que las personas que tengan problemas respiratorios hagan uso de la mascarilla y eviten realizar deporte al aire libre. La irritación de las mucosas, la tos, el picor en los ojos o la dificultad para respirar son algunos de los efectos más severos que puede acarrear el polvo en suspensión.

También puede dejar el suelo un poco más resbaladizo de la habitual, con lo que mucho cuidado con las caídas.