José María Pérez y Loreña Muñoz, sultanes de Carnaval a ritmo de Grease

Aquella imagen de los concursos de belleza poblados por tímidas concursantes que respondían con dificultades a cualquier pregunta, quedando aquella referencia a Rusia en un Miss España como parodia involuntaria de esa situación, han pasado desde luego a la historia. La elección de los sultanes y sultanas del Carnaval han mostrado a jóvenes llenos de desparpajo y sentido del humor. Desde luego hacen honor a la fiesta de la que serán representantes. José María Pérez y Lorena Muñoz han silo los escogidos en la carpa situada en Gran Capitán, con actuaciones musicales de Yamira Torres, Jenny y Cinta, y David Manito, y hasta un Mr. Bean entre el público, sorpresa constante para los asistentes y un pequeño infierno para los presentadores, José House y Beatriz Ortega, que fue sultana en el 2008. Los sultanes a la simpatía son Alicia Medina y Francisco Roldán. Los de la elegancia Arantxa Morales y Josué González. La función ha empezado con los candidatos bailando al ritmo del musical Grease, una antesala de lo que vendría más tarde, en el turno de preguntas, donde tanto ellos como ellas han contado chistes, han cantado, realizado llamamientos para impulsar el carnaval de Córdoba y, en definitiva, mostrado en todo momento que el miedo escénico no han llegado a conocerlo gracias a vivir esta fiesta desde pequeños, pues muchos de ellos pertenecen desde niños al mundillo y llevan años en comparsas o chirigotas. Desfilando por parejas y con diversos trajes -musical de Grease, traje de noche y deportivo- de los representantes del Carnaval en multitud de citas durante un año. En esta ocasión, los candidatos han estado comprendidos entre los 19 y los 36, quizá el concurso de este tipo más abierto en cuanto a este aspecto, y también con respecto a físicos, estaturas y algún kilito de más o menos musculatura de la acostumbrada últimamente, pues aunque cierta belleza cuenta, el carnaval muestra aquí bastantes diferencias con respecto a otros certámenes parecidos. Lo principal es pasarlo bien, el sano cachondeo y unas de las cuestiones más importantes cuando hablamos de Don Carnal: romper las reglas establecidas y criticar al poder. También ha habido, por cierto, algún chiste sobre el Gobierno.