La ciudad

Primer día de cierre a las seis y crispación de comerciantes

Hay ambiente de crispación en la calle. Hoy ha sido el primer día de bajada de persianas a las 18.00 horas siguiendo las medidas impuestas desde la Junta de Andalucía debido al avance de la pandemia, que ha dejado a la provincia en nivel 4 grado 1, y el comercio se siente inquieto y frustrado. Con mucho temor al futuro.

Consideran injusto que cumpliendo a rajatabla las normas y medidas anteriores y con la seguridad de que no han sido la causa del incremento de infecciones tengan que ver mermados sus negocios y formas de vida por culpa de quienes han incumplido abierta o inconscientemente propagando una enfermedad que en muchos casos más de uno de los culpables niega que exista.

La criba con las nuevas medidas puede ser brutal. De en torno al 15 o el 20 por ciento de los negocios que no volverán a levantarse sólo en los primeros meses de 2021. Pero las consecuencias pueden ir a mayores y bien entrado el próximo año, porque nadie sabe con seguridad hasta dónde puede llegar la situación.

Por esa razón, y de forma espontánea (desde el Centro Comercial Abierto Centro Córdoba aseguran que no han sido ellos los convocantes), nada más terminar la jornada con antelación y dando un margen de 10 minutos para dar más tiempo a que pudiera acudir más gente, los comerciantes han tomado la Plaza de Las tendidas en silencio y mostrando un cartel con una calavera y dos tibias cruzadas en señal de muerte con el que alertan de lo que puede pasar si no se da marcha atrás en las medidas y se vuelve a una situación previa.

En torno a 140 empresarios, en su inmensa mayoría autónomos han mostrado de este modo su malestar. En un inquietante silencio, sin proclamas, como esa extraña y engañosa calma que precede a la tormenta.

Por cerrar ha cerrado hasta uno de los dos quiosqueros de la Plaza, a pesar de que no tenía muy claro de que la medida fuera colé. Hasta preguntó al respecto a la Policía Local y tampoco tenían claro si las 18.00 horas era su particular toque de queda. 

TEXTO Y FOTOS: YOLANDA PEDROSA