La ciudad

FOTOGALERÍA: El Centro de Conservación Zoo de Córdoba reabre al público después de tres meses de inactividad

El Centro de Conservación Zoo de Córdoba ha vuelto a abrir esta mañana sus puertas al público, después de haber estado cerrado tres meses seguidos, dos de ellos debido a un brote de gripe aviar que acabó directamente con la vida de seis animales y uno, el de agosto, que se suele aprovechar para llevar a cabo en el interior todo tipo de arreglos y mejoras.

Como ha querido destacar la primer teniente de alcalde, Isabel Albás (Cs), el problema de la gripe aviar se pudo solucionar finalmente "gracias al personal que trabaja aquí y a la coordinación con la Junta, porque cuando las administraciones van de la mano para colaborar los resultados son más rápidos y mejores".

Por su parte, el responsable político del Centro de Conservación Zoo de Córdoba, Antonio Álvarez (Cs), ha añadido que además de esas seis muertes directas hubo que eliminar a otros animales que estaban contagiados. "En palabras de los técnicos y veterinarios, las anátidas son animales que resisten bastante bien el virus y en muchas ocasiones sobrevive, pero no está claro si puede seguir contagiando, por lo que todo lo que dio positivo se acabó eliminando". No obstante, "llevamos dos meses sin incidencias".

Álvarez, además, ha avanzado que se reanuda la actividad con más fuerza e ilusión que antes y se han adoptado una serie de medidas de prevención para que no se propague la enfermedad y prevenirla, tales como de pediluvios a la entrada y salida de los cubiles donde están los animales, así como medidas de limpieza como fueron el vaciado y limpieza de estanques, además del uso de virucidas donde ha hecho falta.

"Es difícil que no vuelva a ocurrir por la proximidad que tiene al río, que es una zona de naturaleza libre donde hay aves que pueden ser atraídas por las que ya están aquí y por la comida, por tanto entran libremente, se quedan, pernoctan y puede producirse algún contagio", ha indicado y, de hecho, esta misma mañana se han visto bandadas de ánades procedentes del Guadalquivir hacia el interior del recinto.

Además de que hay jaularios con redes, donde ni se puede entrar ni salir, hay otras zonas, sin embargo, de libre acceso y allí se tratará de adoptar medidas. Entre ellas, "la que propusimos, se ha solicitado y aún no hemos tenido respuesta, de vacunar a determinadas aves; es dificultoso, porque interviene la UE, pero hay motivos más que suficientes para el Centro cuente con esa posibilidad", ha explicado Álvarez.

De igual modo, el edil ha avanzado que se dan pasos hacia el futuro, porque el programa educativo que anteriormente existía, pero en los dos últimos años no se aplicó, está en fase de licitación y muy pronto se podrá contar con uno nuevo, con la posibilidad de volver a dormir en el Zoo.

Vuelve, igualmente, la tienda, que va a regularizarse y saldrá a licitación, por lo que ya está preparada la memoria del pliego, al igual que se hará lo mismo con la cafetería que lleva cerrada muchos años sin volverse a abrir. 

En palabras de Álvarez, el Zoo no se queda en un mero conjunto de jaulas con animales dentro, sino que "queremos que sea un verdadero centro de conservación". Así, en los días de cierre por la gripe aviar en el recinto cordobés se han estado recuperando cuatro pollos de águila imperial, que a los 30 días, que es cuando tenían posibilidad de empezar a volar, pasaron a un centro abierto en Cádiz para su posterior puesta en libertad. "Por tanto, hablamos de colaboraciones fundamentales para la protección de las especies, y así va a seguir siendo".

De igual modo, "vamos a adecentar este espacio al máximo y tendremos una programación atractiva". De aquí a un año se podría ver en el Zoo cordobés un rinoceronte asiático, para lo que se está recuperando y retocando el antiguo recinto de la elefanta Flavia. "Aquí se van a ver animales que de otra forma sería casi imposible", ha incidido el edil.

TEXTO Y FOTOS: J. M. C.