Cientos de cordobeses toman las calles para disfrutar de los acordes flamencos en todos los rincones de la ciudad que se llenan de duende y magia. El público acude a la calle tras desterrar ya de nuestras mentes la larga pandemia de dos años que supuso la sequía de actos y conciertos incluidos los de la Noche Blanca del Flamenco que vuelve con más fuerza si cabe.