FOTOGALERÍA: Una Córdoba peatonal... y con aves nocturnas cazando a mediodía

Carlos Pera, cirujano,quien nos ha explicado las costumbres del martinete
Martinete cazando en el Puente Romano
Policías junto a una mujer y su cuidadora en la Puerta del Puente

El ave que aparece en las fotos es un martinete. Se conoce también como garza bruja o garza de noche porque acostumbra a esperar al crepúsculo para empezar su jornada. Se supone que es huidiza y temerosa. Hoy en el Puente Romano se podían ver a varios de estos ejemplares cazando. Y no era precisamente el crepúsculo, sino casi las 12 del mediodía. La tranquilidad y la falta de presión han hecho que en tan sólo unas semanas esta especie nocturna esté tan tranquila esperando a su presa con el sol bien arriba en el cielo. Y cuando decimos tranquila no exageramos. El ejemplar de la foto estuvo exactamente en esa posición sin moverse alrededor de 20 minutos y ahí seguía impertérrito cuando el que escribe estas líneas tuvo que marcharse. Desde luego lo que pasase por ahí no se le iba a escapar.

Quien nos llamó la atención sobre este hecho y nos explicó las costumbres del martinete fue Carlos Pera, que va con frecuencia a la zona del río para observar las aves [En las fotos apoyado en un pretil del puente]. Pera es el gran impulsor de los trasplantes de hígado y páncreas en Córdoba, pero su gusto por el conocimiento le hace tener múltiples intereses. Uno de ellos es éste, y de hecho nos ha contado en qué lugares podemos ver martines pescadores, por ejemplo. Otro es la novela. Se encuentra enfrascado en estos momentos en una y bromea sobre su longitud "una novela son al menos 80.000 palabras, yo llevo 40.000". La obra trata sobre un antropólogo francés que hace un notable hallazgo en Libia. No añadimos nada más para no destriparla.

Carlos Pera era uno de los ciudadanos que había salido a dar una vuelta en una Córdoba que se convertía hoy en una ciudad peatonal, pues Ronda de Isasa o la Victoria quedaban para los viandantes. Ayer se abrió al deporte la ciudad con sus horarios restringidos por la mañana hubo una notable concurrencia. Por la tarde y noche fue algo espectacular. Se esperaba que el hecho de la peatonalización supusiese que muchas familias salieran a jugar con sus hijos con las calles como recreo. Sin embargo, quizá debido al calor, todo ha estado muy tranquilo. Y es que hoy hace una temperatura prácticamente veraniega.

La Ribera y el entorno del Puente Romano apenas contaban con paseantes después de la hora de los deportistas (y nada que ver con lo de ayer por la noche, como decimos). También en el centro de la ciudad se percibía bastante calma. Quizá las familias esperan a darse una vuelta después de comer, más cerca de las 19:00 reglamentarias, suponiendo que entonces la temperatura sea más fresca.

La ciudad va poco a poco recuperando sus calles, aunque todavía queda mucho por andar, tanto en el sentido figurado como en el literal, pues pese a las circunstancias hay que aprovechar el consuelo de poder pasear por Córdoba como jamás se ha podido.

TEXTO: ALFREDO MARTÍN-GORRIZ

FOTOS: YOLANDA PEDROSA/ALFREDO MARTÍN-GORRIZ