Manu Carrasco conquista y seduce cantando a Córdoba

Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba
Manu Carrasco en el primero de los dos conciertos en Córdoba

Que el concierto de Manu Carrasco de esta noche iba a ser un éxito estaba cantado (nunca mejor dicho) de antemano. Que la plaza de toros de Los Califas iba a estar hasta la bandera, tanto en su primera noche como la del sábado, se sabía de antemano.

Lo que ha pillado por completo por sorpresa a propios y extraños es la despedida de su actuación, de casi tres horas desde las 22.15 hasta las 00.57 horas, con una canción compuesta para la ocasión y dedicada a la 'Córdoba sultana' de los poetas, en la que se habla de peroles en Los Villares o de Cristos de los Faroles sin ir más lejos y que ha arrancado la mayor de las ovaciones de esta noche, en la que un artista encandilado ha hecho muy buenas migas con público entregado y rendido mucho antes de que comenzara la batalla musical.

Durante su concierto, con un sonido perfecto de nitidez en el directo, y con una escenografía increíble con dos inmensas pantallas pensadas para los más miopes, ha tenido tiempo para rememorar sus inicios sin barba y con aspecto de pipiolo, lejos su imagen actual, mientras desgranaba su repertorio contra la intolerancia y el maltrato con 'Vete' o un tema dedicado a los donantes en alusión a los primeros 40 años de donaciones en el Hospital Reina Sofía, con cita al doctor Salvatierra incluida, y su 'Mujer de las mil batallas', sin olvidar que el de Huelva todavía guarda cierta modestia y no ha podido más que sentirse agradecido y orgulloso de llenar dos días seguidos una plaza como la de Córdoba.

Una noche espectacular en la que ni seguidores ni artista han salido insatisfechos.