FOTOGALERÍA: El turismo se anima en la zona patrimonial en un noviembre atípico

Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Veladores en la Plaza Agrupación de Cofradías
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Velador en la Plaza Agrupación de Cofradías
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Calle Cruz Conde
Calle Cruz Conde
Veladores en la Plaza Agrupación de Cofradías
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Nivel del río a mediados de noviembre de 2021
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Calle Jesús y María
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Turistas en la zona patrimonial
Calle Cruz Conde
Calle Cruz Conde
Turistas en la zona patrimonial

Ha sido un sábado llamativo en materia de turismo por la zona del Casco Histórico cordobés. No llega a los niveles de primavera, pero sí que había mucho movimiento de visitantes, muchos de ellos extranjeros, que empiezan a ver que el otoño cordobés es también agradable para pasearse por sus calles, sin un exceso de calor, pero con la posibilidad aún de ir en manga corta (los que vienen de más allá de los Pirineos) disfrutando de un tiempo diurno cuasi canario.

La Mequita-Catedral no rebosaba, pero sí mostraba una muy buena entrada con colas en el Patio de Los Naranjos para comprar entradas y acceder a las audio-guías, mientras que fuera El Santo y sus tortillas ya tenía sus buenos comensales al mediodía. Porque, eso sí, comentarios de "vamos a tomar una cañita" a cientos... Pero a las doce del mediodía, que el día se prestaba a pararse en alguna terraza inclusoi a horas tempranas, mezclando en las mesas los que todavía comína su tostada con café con los que ya pedían un aperitivo para abrir boca antes de comer con sus cervecita al lado.

Los que cruzaban el Puente Romano pudieron comprobar lo bajo que estaba el río. Y no es para menos. Ellos no lo saben, pero en Córdoba hay ya sequía, por lo que hay que seguir haciendo un llamamiento a no malgastar el líquido elemento.

Y si la hostelería sí parecía estar sacando beneficio a tanto visitante junto, el comercio, no tanto. "Es un turista pobre el que nos está llegando, sin mucho poder adquisitivo y miran, pero no compran", señala Karmen, de la tienda Puro Arte, en la calle Céspedes. A cambio, las terrazas tenían bastantes mesas completas.

Por cierto que a los visitantes se les veían sin prisas. Más bien en grupos familiares o de amigos y no como en Mayo cuando acuden en manadas bajándose desde un autobús. Eso indica algo importante: Que han tenido Córdoba como meta y no como lugar de paso y que muchos de los que se veían paseando por la zona patrimonial hoy, al menos, pernoctan en la capital.

TEXTO Y FOTOS: J. M. C.