Cultura

FOTOGALERÍA: El Sepulcro del Señor se vuelve oro líquido en mitad de la noche

La noche envuelve el sepulcro del Señor muerto en la Cruz, y cuando parece que el mundo y la Tierra se va a sumir en tinieblas permanentes, la última estancia de Cristo brilla con intensidad y destellos áureos, hasta que todo el paso parece que se va a derretir con el calor de la resurrección.

Impresiona contemplar a esos nazarenos que se camuflan en las sombras sin dejar perfiles a su paso, como si nunca hubieran estado ante nuestros ojos, y de repente como la luz del Universo surge la Madre encandilada de pequeños fuegos que arden con la intensidad de la nueva vida. Con ella, San Juan Evangelista y la Magdalena, para perpetuar las enseñanzas de una fe que pretende la igualdad absoluta y la hermandad entre todos los hombres.

A las 20.50 horas salió el Santo Sepulcro de El Salvador y Santo Domingo de Silos, con sus 230 nazarenos y el Cristo yacente en el Sepulcro, obra de autor anónimo e finales del Siglo XVI o principios del XVII, que luego ha sido restaurada por Rafael Valverde Luján en 1975 y por Francisco Peláez del Espino en 1983. Estuvo transportado por 30 costaleros y acompañado durante su camino por el Grupo de Capilla Sibi.

Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad bajo palio, llevada por oros 30 costaleros, es obra de Luis Álvarez Duarte (1977), que luego restauró él mismo en 1986. Migue Ángel González es el autor de San Juan y María Magdalena, ambos de 1995. El palio estuvo acompañado por el Coro Cantabile que interpretó música coral polifónica de los siglos XVI y XVII. Todo un lujazo.