Imágenes en el recuerdo de un Lunes Santo diferente

Seis cofradías tendría que llegar hoy al Casco Histórico, cada una con su impronta. Las cuatro primeras llevando la música de las bandas hasta el Patio de los Naranjos, y las dos últimas con sus rezos y recogimiento. La Merced con su Virgen de la Merced. Antes que Ella tendría que haber pasado uno de los mejores pasos de Córdoba, el de Nuestro Padre Jesús Humilde en su Coronación de Espinas. 

Por su parte, la Estrella, que cada Lunes Santo vive el día más grande del año. El Cristo que está ante Caifás no estará este año en la calle.  Tras la Redención de Cristo tendría que pasear, bajo su palio azul y sostenido por varales de plata Nuestra Señora de la Estrella, vestida por Manuel Jiménez. 

La siguiente hermandad en salir a la calle, en pleno Centro de Córdoba, sería la Sentencia. Es ésta una hermandad clásica con un enorme patrimonio a falta de un manto bordado para la Virgen de Gracia y Amparo que tendría que haber llegado en 2020. El Señor y la Virgen de Gracia y Amparo esperaban un año más para salir de sus templos. 

Al otro lado del río comenzaría su estación de penitencia la hermandad de la Vera Cruz. En el primero, el Señor de los Reyes carga con la cruz, recién recibida. En el segundo paso, la Virgen del Dulce Nombre avanzaba bajo un palio del que pronto estará el techo concluido de bordar.

Y para terminar el día, llegaría el silencio. Aunque no es un silencio absoluto, pero sí se impone al paso de las hermandades del Vía Crucis y Ánimas. La de la Trinidad llevaría a los nazarenos con el Santo Cristo de la Salud.

Y si la hermandad de negro de la Trinidad rezaría las estaciones del Vía Crucis, el Santo Rosario van rezando en la hermandad de negro de San Lorenzo. Los hermanos del Remedio de Ánimas, con faroles en sus manos formarían un cortejo muy ordenado y compacto, como es su sello. La Virgen es la única de la ciudad que va sobre baldaquino y los dos pasos son los que quedan, y quedarán siempre, llevados a ruedas todo el recorrido en la Semana Santa de Córdoba. 

Fotos: Rafael Alcaide y Laura Martín