Imágenes para el recuerdo de un Domingo de Resurrección en el que la vida vence

Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Paso de Misterio
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado
Hermandad del Resucitado

El Domingo de Resurrección la luz y el sol deberían ir sobre los pasos de la hermandad que radica en Santa Marina para celebrar que, por encima de la muerte, la Vida triunfa. Los cirios pascuales debieron encenderse en la noche del Sábado de Gloria en las vigilias que debieron celebrarse en las parroquias cordobesas.  Este Domingo de Resurrección debió cumplirse la tradición de la procesión del Nuestro Señor Resucitado y María Santísima Reina de Nuestra Alegría. 

En otro momento y en otra Semana Santa al Cristo Resucitado le caía sobre el hombro y por el brazo izquierdo la sábana con la que había estado cubierto en el Sepulcro y el paso se mecía al son de la música. Y música llegando también al momento desde la puerta lateral de Santa Marina porque por ella salía la Virgen de la Alegría, con la sonrisa en sus labios. Ella era testigo de que su Hijo había vuelto a la vida y estaba de nuevo entre los suyos en la Jerusalén en que se convierte Córdoba en Semana Santa.

Termina así la más extraña Semana Santa desde hace décadas en la que los nazarenos, cofrades y fieles tuvieron que quedarse en casa para salvar las vidas de los ciudadanos. #quedateencasa

Habrá más Semanas Santas y todos podremos disfrutarlas en las calles 

Fotos: Rafa Alcaide