Opinión

Epidemia de conspiranitis aguda. (1) La Tierra

Suelo mantener siempre una premisa: de aquello sobre lo que no puedas hacer nada, no debes preocuparte; solamente ocúpate de estar prevenido para cuando puedas actuar. Es una premisa que me permite estar atento a lo que me rodea y tomar decisiones dónde y cuándo yo pueda hacer algo. Por eso nunca me he preocupado de si va a llover o no, de si va a hacer frío o no, o de si caerá una lluvia de meteoritos sobre mi cabeza. Solo me preocupo de tener un paraguas a mano, de poder acceder a un abrigo, o de saber si podré esconderme si veo que algo va a caer sobre mi cabeza. Pero se hace difícil mantener esta forma de ver el mundo en una época llena de conspiraciones que amenazan nuestra supervivencia. Conspiraciones que intentan diezmar la población humana, engañarnos, mantenernos totalmente en la oscuridad y hurtarnos la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad a pesar de las evidencias científicas. Hoy voy a repasar algunas de las más llamativas por su increíble estupidez aunque parece que tienen cierto éxito en la manipulación de la población.

Una de las conspiraciones más absurdas proviene de la participación de la NASA en un engaño de dimensiones mundiales. Es tal el engaño que los orbes que hemos tenido de niños o que nuestros hijos utilizan en el colegio se consideran totalmente falsos, un fraude, ya que la Tierra donde vivimos es plana tal y como se dice en la Biblia. Sí, como lo leen, es plana y así lo creen o dicen creer muchas personas en todo el mundo. Es tal el movimiento que recientemente han celebrado el primer congreso mundial para hablar de las evidencias científicas que explican lo que se ha dado en llamar el terraplanismo.

Celebrado hace unos días en Carolina del Norte, no sé si ha sido verdaderamente un evento serio o una excusa para pasarse unos días tomando copas entre amigos. Obviamente, por lo absurdo del hecho no voy a entrar aquí a discutir las supuestas evidencias científicas que han esgrimido en este congreso. Poco importa el esfuerzo de conocidos filósofos griegos como Aristóteles, Parménides o Hesíodo para demostrar matemáticamente que la tierra era algo parecido a una esfera. Poco importan los experimentos de Erastótenes (276-194 a. C.) que comprobó que la sombra que proyectaba el sol en su cénit era diferente en algunos grados en Siena o en Alejandría con lo que llegaba a la conclusión de que La Tierra no podía ser plana. Y poco importa que Magallanes y El Cano pudieran dar la vuelta al mundo sin toparse con ninguna barrera de hielo en su camino que les hiciera dar la vuelta. Si gente tan informada y carismática como Shaquille O’Neal creen que la Tierra es plana, están dispuestos a pagar de su bolsillo ingentes cantidades de dinero para lanzar un satélite para comprobarlo como el rapero B.o.B, o dispuestos a estamparse con un cohete de fabricación casera como Mike Hughes en el desierto de Mojave, California, no puede ser que estén equivocados. ¿O sí?

Lo más preocupante de todo esto es que se consiga cierto grado de famoseo con este tema. Un youtuber español, un tal Oliver Ibañez, se caracteriza por ser de lo más escéptico con la realidad en la que vive y todo lo discute. Discute sobre la esfericidad de La Tierra, sobre la naturaleza de la Luna, sobre la feminidad de Michelle Obama o sobre la gravedad o el núcleo terrestre entre otras cosas. Según este individuo, todo es un fraude y la NASA en connivencia con los Illuminati (sí, aquellos de la obra Ángeles y Demonios de Dan Brown) nos mantiene en la oscuridad más absoluta. Tal es así, que este individuo (considerado por algunos como investigador), ha llegado a rebatir los argumentos del astronauta español Pedro Duque.

Total, ¿qué va a saber un astronauta que no sepa un youtuber sentado frente a su pantalla y su teclado? Eso sí, el negocio lo tiene claro con un canal de youtube con decenas de miles de seguidores y la publicación de libros como “Tierra Plana: La mayor conspiración de la historia" de venta en alguna página de internet. Hay que cuidar el negocio. Me preocupa este tipo de asuntos ya que nuestros hijos están acostumbrados a buscar información en internet y allí pululan especímenes como este tipo con sus opiniones sin base alguna. A lo que debemos sumar la apetencia que tienen los jóvenes de ir contracorriente, contra lo establecido apuntándose a cualquier cosa que se salga del orden. Aunque el orden esté contrastado y comprobado y lo otro sea un brindis al viento.

Las conspiraciones en las que está implicada la NASA no acaban ahí ya que, según algunos, nos esconden oscuras maquinaciones que afectan al clima. Como llevamos muchos meses de sequía, hay que echarle la culpa a alguien o a algo y ahí tenemos oscuros grupos que controlan el clima a voluntad. Curiosamente para ello sirven las imágenes de la NASA desde el espacio (donde se ve la curvatura de la Tierra, por cierto). En esas imágenes se ven franjas de nubes, que según algunos demuestran la presencia de emisiones electromagnéticas que frenarían las nubes o también estelas de supuestos aviones que estarían liberando sustancias para eliminar las nubes y que no entrasen en nuestro país. Pero las imágenes en las que se basan estas supuestas actuaciones muestran fenómenos totalmente normales en la situación atmosférica actual dominada por la presencia de un anticiclón sobre nuestro país y de otro más o menos sobre Islandia. En esa situación, las nubes que acompañan a la borrasca encuentran un pasillo que las hace bordear nuestra península e irse hacia el norte de Europa.

Lo que algunos han confundido con pruebas de ondas son las imágenes típicas de cirros alineados tras sobrepasar cordilleras tales como la Cantábrica o los Pirineos. A esto se le llama efecto Föhn que consiste en que cuando un frente cargado de humedad se encuentra con una cordillera, el aire se ve obligado a ascender y pierde temperatura provocando condensación y precipitaciones mientras que una vez superada la cordillera, el aire vuelve a descender pero se encuentra más seco y no hay precipitaciones. Cuando los vientos casi siempre entran de la misma manera se crean zonas de precipitación y zonas de sombra de lluvias antes y después de la cordillera respectivamente. Un poquito de cultura sobre la meteorología y un poquito de sentido común y se evitaría decir tantas tonterías a partir de una imagen.

En este mismo apartado podemos introducir una nueva conspiración proveniente de la destrucción provocada por los huracanes que han azotado el Caribe este año. En esta nueva conspiranitis aguda se la llegado a afirmar que el huracán Irma era producto de la tecnología humana. Un famoso periodista americano, Rush Limbaugh, lanzó esta idea sin que se le subiesen los colores. Y lo malo es que un científico, Patrick Roddie, químico y activista de geoingeniería, supuestamente presenta pruebas científicas de que los huracanes de este año han sido creados por el hombre. Según este señor, el estudio de las imágenes de la NASA, lleva a esta conclusión. Y peor aún es que las opiniones de este químico cobran más veracidad si un presentador de la RTVE como Javier Cárdenas lo presenta en horario de máxima audiencia como científico ante la opinión pública.

Ya sabemos que para muchos ciudadanos, lo que sale en la tele tiene que ser verdad aumentando así la epidemia de conspiranitis. De nada valen las explicaciones sobre que el cambio climático está sobrecalentando los océanos y que los huracanes se forman en el atlántico a la altura de las Islas de Cabo Verde en África y van migrando sobre corrientes cálidas oceánicas hasta el Caribe. La mayor temperatura del océano provoca ciclones tropicales de mayor energía que acaban formando huracanes más activos. La respuesta científica es fácil, pero para eso hay que estudiar y no basarse en conjeturas.

Aunque si no nos vale eso podemos echarle la culpa a un proyecto supersecreto del gobierno estadounidense. Algunos están lanzando las culpas a un tal proyecto HAARP (Hard Frequency Active Auroral Research Program) que supuestamente se desarrolla en unas secretísimas instalaciones en Alaska. Este proyecto es la pera limonera ya que, según algunos, no solo es capaz de crear huracanes sino también de provocar terremotos como el que arrasó parte de México hace poco, como si ninguna de estas catástrofes hubiese existido antes del famoso proyecto. Sí, yo también ví la peli “El núcleo” y llegué a la misma conclusión que Arturo Quirantes en su blog sobre física de que como divertimento estaba bien pero que era un auténtico sinsentido científico. Pero para algunos, total, ya puestos, con un poco de inversión en proyectos supersecretísimos podemos devastar todo lo que se pueda en este mundo solo basta un poquito de imaginación y algo de Hollywood.

Y finalmente me lleva a la conspiración de las conspiraciones en la que algún organismo internacional oscuro en connivencia con todas las compañías aéreas del mundo nos está fumigando con vaya-usted-a-saber-qué para afectar a nuestra salud y modificar el clima. Son los famosos chemtrails o estelas químicas, basados en la observación de las estelas de los aviones que nos sobrevuelan entre unos 10.000 a 12.000 metros. Estas estelas se deben al paso de los aviones por zonas de humedad que se condensa al pasar por los motores. Las estelas duran poco tiempo y se dispersan a esas altitudes. Pero cualquier explicación científica basada en la física no importa ya que muchos creen que se les está envenenando a ellos o a sus cosechas o se está haciendo geoingeniería militar para cambiar el clima. Tal es así que incluso ha llegado a formularse preguntas sobre tales chemtrails y sus efectos en el parlamento europeo.

Obviamente, es difícil creer que si alguien quiere fumigarnos con algo para controlar la población o para producir algún tipo de enfermedad o afectar las cosechas lo haga desde 10000 metros de altura. Sería absurdo ya que lo liberado a la atmósfera podría acabar en cualquier sitio a cientos de kilómetros de donde se liberó. Este mismo razonamiento se podría aplicar a quienes piensan que estas estelas dispersan las nubes de los frentes. Además, hay que tener en cuenta que las nubes de los frentes y de las tormentas dejan caer su carga alrededor de los 3000 metros de altura o por debajo de éstos. Es de todo absurdo intentar afectarlas con estelas originadas 7 kilómetros más arriba, pero ese pequeño detalle parece no importar a algunos e incluso ciertos políticos se creen estas sandeces.

Parece que el ser humano necesita creer que alguien domina nuestro destino. Históricamente hemos descargado esa función en la creencia de Dioses que han ido pasando de ser omnipotentes y terriblemente justicieros a ser magnánimos y permisivos y vuelta a empezar. Cuando ocurre una catástrofe es porque algo malo hemos hecho y cuando se arregla algo es porque nos ayudan desde las esferas celestes. Ahora, con la era digital y la información de masas estamos descargando la capacidad de afectar al destino en oscuros conspiradores mundiales personificados en poderosas personas y entidades que nos mantienen en la inopia con información falsa y manipuladora. Y no crean que esto no es preocupante ya que estos movimientos de responsables ciudadanos preocupados por nuestra vida pero aquejados de conspiranitis aguda está cobrando tal fuerza que incluso obligan a colocar creencias como el creacionismo al mismo nivel que la evolución en las escuelas americanas.

Puestos a manipular a la población, mejor hacerlo desde la educación infantil. Y así, aquellos que apuntan a la existencia de conspiraciones por doquier, actúan como conspiradores diseminando bulos, fantasías o sus propias paranoias diseminando su mensaje en las redes. Espero que esta fiebre no llegue a nuestras escuelas pero seguro que por ahí habrá algún grupo bienpensante dando vueltas al asunto.

Huyan como de la peste de estos paladines de la verdad que, sin pruebas, sin datos, sin evidencias, sin nada de nada blanden su inmaculada espada en aras de una verdad totalmente inventada. Eso sí, utilizan para ello canales de youtube que se nutren de las suscripciones y descargas y páginas de blogs o pseudoperiódicos atiborradas de anuncios, todo vale para el negocio.