Opinión

Carta de Cristina Pedrajas a Paula Badanelli, de portavoz a portavoz de grupos municipales

Me dirijo a ti, Paula, como compañera, tras un año de trabajo en el consistorio cordobés en buena armonía, cada una defendiendo sus ideas y su programa con más o menos vehemencia, pero siempre desde el respeto, la verdad y la cordialidad.

Ambas representamos a dos partidos situados en las antípodas en la esfera política de nuestro país, ambos con muy poca antigüedad en las instituciones públicas aunque basados en una larga trayectoria histórica ideológica y, que en nuestra ciudad cordobesa, cuentan con la misma representación, menor a los demás grupos pero no por ello menos importante.

Estoy convencida de que, al igual que yo, entiendes que en nuestro trabajo diario por la defensa de nuestras ideas, por lo que entendemos que es mejor para la ciudadanía de nuestro país y, por ende, de nuestra ciudad, sólo caben actitudes democráticas, argumentaciones rigurosas basadas en la veracidad, acciones legales y manifestaciones públicas acordes a este estilo que, según nuestras formaciones y nosotras mismas, debe ser la nueva política.

Por ello, me dirijo a ti por esta vía, para pedirte que intercedas ante tu partido, Vox, algunos de sus representantes públicos en los Parlamentos y Ayuntamientos, y seguidores del mismo, o al menos así lo firman en redes sociales, para que cesen de inmediato los insultos, los bulos, las agresiones verbales e incluso las amenazas explícitas a miembros de mi partido, Podemos, tanto a niveles nacional como locales.

Son lamentables, insufribles e intolerables en un estado democrático algunos de estos acosos, entre otros muchos, sirva como ejemplo los que está sufriendo nuestra compañera y parlamentaria por Córdoba y Coordinadora autonómica andaluza, Martina Velarde. En este caso haciendo extensiva la amenaza de muerte a ella, a su familia y amigos -entre los cuales me incluyo, por cierto-, rubricada por militantes de Vox (milicias franquistas cuyo líder es Santiago Abascal, según ellos aseveran en varios tuits).

Todas las personas que ostentamos cargos en las instituciones tenemos el deber de poner freno, desde nuestra responsabilidad y representatividad pública, a hechos que pueden derivar en casos muy graves.

Hay que cortar de raíz este ambiente insostenible de acoso y violencia verbal, que está alentando peligrosamente a la violencia física de manos de grupos radicales y quien sabe hasta donde puede llegar, pidiendo contención, diálogo y respeto ante posicionamientos políticos diferentes, porque así lo exige un estado democrático como el nuestro.

Espero tu pronta respuesta en prensa y en redes, por la paz y la salud democrática de toda la ciudadanía española.