Vapea como más te gusta con todas las ventajas que conlleva

VAPEO 1

Cada vez son más las personas que se pasan a la opción del vapeo en lugar de consumir el cigarrillo tradicional. Esto es debido a que esta novedad tiene varias ventajas en la forma en la que las personas pueden consumirlo. Pero, ¿qué es realmente el vapeo y cuáles son esas ventajas? A continuación, en el siguiente artículo vamos a desarrollar por qué los cigarrillos electrónicos son una tendencia cada vez más fuerte en el mercado.

El término vapear

La palabra “vapeo” fue añadida al diccionario de Oxford en el 2014, y es proveniente del término anglosajón “vaping”. Esto se refiere a la propia acción de inhalar el vapor de agua que produce el cigarrillo electrónico o como comúnmente se denomina ya, el “vaper”. Al contrario que sucede con el tabaco tradicional, donde solamente se puede escoger la marca del mismo, con los cigarrillos electrónicos existen varios modelos y estilos para que puedas vapear como más te gusta.

Aunque pueda sorprendernos, el consumo de cigarrillos electrónicos es también una buena oportunidad para todos aquellos fumadores que están planteándose dejar de fumar, pero que no pueden hacerlo de manera radical, sino que a través de su vapeador pueden ir ajustando la cantidad de nicotina que éstos quieren terminar consumiendo. Así, un cigarrillo electrónico puede contener 24mg, 18mg, 12mg o 6 mg de nicotina líquida, pudiendo ajustarse de la manera que se quiera.

Y es que cuando un fumador de tabaco tradicional intenta dejarlo mediante chicles o parches, solamente un 5% lo consigue, mientras que los exfumadores que acuden a los vaporizadores consiguen abandonar con éxito el tabaco tradicional con un 65% de casos de éxito.

Ventajas del vapeo contra el tabaco tradicional

Existen múltiples ventajas entre las diferencias de uso y consumo entre el tabaco tradicional y los vapeadores. Éstas son alguna de ellas:

El precio: consumir tabaco tradicional es una de esas cosas de las que económicamente hablando, no somos conscientes. Aunque pueda parecer un gasto anecdótico y en el que realmente no invertimos mucho dinero, consumir tabaco implica un gasto anual de casi unos 4.000 euros en nuestras carteras. En cambio, con los cigarrillos electrónicos y el vapeo, solo supone un gasto de 350 euros al año.

La toxicidad: el vapeo lleva ingredientes que se dan comúnmente en la naturaleza, y aunque también pueda llevar en la mayoría de su consumo nicotina, no contiene las más de 4.000 sustancias y toxinas cancerígenas que lleva el tabaco industrial.

El olor: a nadie le gusta oler mal, pero es cierto que el humo del tabaco tradicional tiene un olor muy desagradable, que no solamente se queda en el ambiente durante cierto tiempo, sino que además se queda en nuestro aliento y es difícil que desaparezca aún con chicles o el cepillado de dientes. Si somos afortunados y es algo que no dura mucho en nuestro aliento, no podremos decir lo mismo de la ropa, ya que lo que llevamos puesto se impregna y empapa del olor del tabaco, consiguiendo eliminar el olor natural de nuestro aseo personal. Con el vapeo, no es que consigamos solamente no oler mal, pues existen muchos productos y tipos de consumo del vapeo que encima huelen bien. Existen miles de sabores que se quedan en el ambiente e impregnan el aire, desde el olor a melocotón, pasando por la fresa o la piña, aromas frutales que mejorarán la primera impresión que damos a la gente al contrario que con el tabaco tradicional.

La legislación: la forma de fumar tradicional cada vez tiene más restricciones en todos los países del mundo, reduciendo prácticamente su consumo en ciertas terrazas o nuestro propio hogar. El vapeo no termina de estar regulado del todo en ciertos ambientes, lo que implica que incluso en interiores de bares y discotecas está permitido vapear en muchos países. Con esto, nos ahorramos tener que salir al exterior en los días de frío y podemos evitar la incomodidad de tener que estar saliendo y entrando constantemente.

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